La Comisión Europea (CE) pide a España más medidas para reducir el paro juvenil y de larga duración, que se sitúan entre los mayores de la Unión Europea, afirmó ayer la titular comunitaria de Empleo, Marianne Thyssen. La comisaria presentó el informe anual de Empleo, que pone de relieve una mejora generalizada del mercado laboral.

Thyssen valoró que el paro en España cayó por encima de la media -del 26 % en 2013 al 17,2 %- y también el desempleo juvenil bajó del 55 % en 2013 al 39 % en tres años. Sin embargo, subrayó que España "tiene que hacer más".

España está entre los países de la Unión Europea con tasas de abandono escolar prematuro y de jóvenes ninis (que ni estudian ni trabajan), que son el 11,6% en la Unión y el 14,8 % en España entre los jóvenes entre 15 y 24 años. También destaca en riesgo de pobreza y exclusión, según un cuadro de indicadores sociales que publicó ayer la CE por primera vez.

El informe también pone de relieve que el crecimiento económico y la mejora generalizada del mercado laboral en los estados miembros no se ha traducido sin embargo en un aumento de los salarios en 2017. En este sentido, la comisaria criticó la "alta proporción" de contratos temporales. El documento sobre España subraya que el crecimiento de los costes unitarios laborales es "tenue", pero el "bajo" incremento de la productividad hace que las ganancias de competitividad dependan de las ventajas por el lado de los costes.

La CE instó ayer a los países del bloque comunitario a adoptar reformas estructurales que se centren en impulsar las inversiones y en incrementar el crecimiento de los salarios para apoyar la demanda interna, aunque sin olvidar la necesidad de seguir contando con políticas presupuestarias "responsables". Piden así medidas económicas de cara a 2018, con las que la expansión de la actividad económica se prolongue y beneficie "a todos los miembros de la sociedad".

Sobre la deuda española, la CE afirmó que sigue existiendo la necesidad de desapalancamiento a pesar de que el nivel de endeudamiento del sector privado cayó a lo largo de 2016, especialmente en las empresas. No obstante, indicó que la reducción de la deuda se ralentizó debido al flujo de nuevos créditos que apoyaron un "fuerte rebote" de la inversión. En cuanto a la deuda pública, Bruselas critica que el ratio sigue siendo "alto" y sólo se reduce "lentamente" gracias al "fuerte crecimiento".

Visto bueno a los presupuestos

La Comisión dio ayer su visto bueno al borrador de presupuesto de España para 2018 porque prevé que reduzca su déficit por debajo del 3% del PIB considerado excesivo, aunque avisa de que no cumplirá el objetivo pactado de llevarlo al 2,2 % ni el ajuste fiscal recomendado. "El proyecto de España es globalmente conforme a las exigencias para 2018 porque prevemos que el déficit nominal pasará claramente por debajo del valor de referencia del 3%, pero el esfuerzo presupuestario sigue siendo claramente inferior al nivel recomendado", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.

Para dar luz verde, a Bruselas le ha bastado con que el déficit tenga visos de bajar del 3 % del PIB, cuya superación llevó a abrir en 2009 el procedimiento que obligó a una vigilancia exhaustiva de las cuentas españolas. El ministro de Economía, Luis de Guindos, lo calificó de "buena noticia" e insistió en que España cumplirá el objetivo del 3,1 % de déficit este año.