Los trabajadores de la fábrica de aluminio de Alcoa en A Coruña están preocupados por su futuro laboral ante la creciente inestabilidad de los costes eléctricos para la industria. El nuevo sistema que regula el pago de incentivos a las grandes compañías por apagar sus factorías cuando el sistema eléctrico no da abasto (las llamadas primas de interrumpibilidad) fue aprobado por el Gobierno y a ojos de la plantilla coruñesa no hace más que incrementar la incertidumbre, primero de la empresa y, en consecuencia, de los puestos de trabajo. Lamentan que actualmente la plantilla está mermada en un 20%, con 100 trabajadores menos debido a la inestabilidad energética.

"Pedimos un sistema transparente y estable que nos permita producir en plenitud", reclama el presidente del comité de empresa de la planta de A Grela, Juan Carlos López Corbacho. Explica que desde 2012 la fábrica está operando solo al 70% "por las circunstancias del mercado eléctrico" y que esto supone una reducción de la plantilla, que se queda en 400 empleados cuando la fábrica a pleno rendimiento daría trabajo a 500. Añade que este impacto además se "duplica o triplica" si se contabiliza el empleo indirecto.

La orden que modifica el sistema de la interrumpibilidad se publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Como principales cambios, limita a cinco meses el periodo que cubrirá la próxima subasta (del 1 de enero y el 31 de mayo de 2018), en lugar de la adjudicación por un año, como venía siendo habitual. No obstante, el Ministerio de Energía abre la puerta a que puedan celebrarse otras subastas a lo largo del próximo año. El Gobierno justifica esta limitación temporal en la necesidad de adaptar el servicio a las exigencias requeridas por la Unión Europea y porque entrará en vigor el nuevo marco regulatorio europeo en 2018 que introducirá nuevos cambios. López Corbacho señala que esta situación impide a la empresa tener una planificación y ser competitiva, lastrando así el empleo. "Nos dicen que estamos en una transición pero no sabemos hacia qué; no sabemos si habrá más pujas el año que viene, no sabemos cómo será el sistema en el futuro y todos los cambios que vemos en la nueva norma nos parecen negativos".

También se reducen los precios de salida de la subasta, que se celebrará entre el 18 y el 22 de diciembre. En el bloque de cinco megavatios (MW) , será de 150.000 euros (frente a los 160.000 de la puja anterior) y en el de 90 MW, de 270.000 euros (antes, 310.000). La subasta es de precio descendente.

La pasada semana, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya criticó esta propuesta al considerar "elevado" el coste del sistema de interrumpibilidad eléctrica, "apenas utilizado", y propuso que se justificase su necesidad.

Los trabajadores de Alcoa están en contra del propio sistema de subastas, que consideran una "tómbola" y esperan que la industria española pueda equiparar sus condiciones con la de otros países europeos como Alemania, donde el mecanismo para adjudicar estas primas ofrece a la industria más certeza y posibilidad de planificación.

Asimismo, la orden incluye la novedad de activar el servicio de interrumpilidad por criterios económicos. En este caso, el operador hará que entre en juego la interrumpibilidad si es más barata que los servicios de ajuste del mercado diario. Se realizará por cantidades mínimas de 200 megavatios y máximas de 500 MW en cada hora, de acuerdo con el cumplimiento de algunas condiciones. Por otra parte, se excluye de a interrumpibilidad a las instalaciones de generación hidráulica, debido a la escasez actual de las reservas debido a la sequía.