Combatir el cambio climático es una de las prioridades del canal de Panamá, dado que su funcionamiento depende de que haya agua en los lagos, y por ello esta vía interoceánica ha puesto en marcha en los últimos años innovadoras iniciativas verdes, la última de ellas paneles solares flotantes. "El futuro de la energía solar se dirige hacia el agua. Un proyecto solar tiene una vida mínima de 25 años, lo que significa que la franja de tierra donde se instalen los paneles va a estar inutilizable para cualquier otro uso durante ese tiempo", explica a Efe el administrador de Eficiencia Energética de la vía acuática, Urho Gonzal.

Además, añade, la instalación de parques solares implica muchas veces la tala de árboles, lo que pondría en peligro la cuenca hidrográfica del canal, donde se almacena agua para las operaciones de la ruta interoceánica.