Los 20 trabajadores del holding cárnico Hermi-Carne de Conejo del matadero de Alborelle -en la localidad coruñesa de Sada- se desplazaron ayer a Valladolid acompañados por el alcalde sadense, Benito Portela, para protestar contra el cierre de la planta, que la empresa anunció para final de mes. La manifestación tuvo lugar a las puertas de la sede de la compañía, en el municipio de Cistérniga, y en ella participaron también otra veintena de trabajadores de la planta de Torrijos (Toledo), igualmente afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE).

"No salió nadie de la empresa a hablarlos", lamentó el delegado de personal del centro de Sada, Enrique Mosquera. El periodo de consultas del ERE termina el próximo miércoles y el tiempo escasea para encontrar un inversor que se haga cargo del matadero, la última opción a la que se aferran los empleados para evitar el cierre. Para esta búsqueda cuentan con ayuda de las administraciones: el propio Concello -que miércoles aprobó una moción en solidaridad con la plantilla- y el Igape, pero no hay noticia de posibles compradores, aunque los trabajadores mantienen que los dos centros son rentables.

Rechazo a los traslados

Si no hay cambios, las plantillas de Sada y Torrijos se ven en la calle el día 31. Los traslados, única alternativa que la empresa planteó a los despidos, "no son una salida viable para la mayoría", valora Mosquera. Solo un trabajador de cada planta aceptó esta propuesta. Para el resto, la compañía plantea una indemnización de 26 días por año trabajado con un límite de 14 mensualidades. La sexta y última reunión entre los representantes de los trabajadores y de la empresa será en Madrid el mismo miércoles que finaliza la negociación.

Los trabajadores criticaron que la dirección de la empresa trató de evitar su protesta de ayer y que, tras conocer esta convocatoria durante la quinta reunión de negociación de los ERE que la empresa y los sindicatos estaban manteniendo el jueves en Madrid, "la dirección de Hermi trató de boicotearla, proponiéndonos celebrar al día siguiente mismo una nueva reunión a la misma hora de la concentración, pero no en la sede de la empresa en Cistérniga sino en Valladolid capital", informó CCOO.

"Les hemos dicho que nosotros estaremos con los trabajadores, así que sólo asistiremos a esa reunión si nos convocan en la sede de Hermi", afirmó ayer el secretario general de CCOO-Industria en Toledo, Ángel Mora. Mora explicó también que Hermi sigue negándose en redondo a reconsiderar siquiera la decisión de cerrar tanto en Torrijos como en Sada y además pretende que los ERE "le salgan por la cara, ofreciendo unas indemnizaciones mezquinas a las plantillas".

"Ni estamos de acuerdo con las razones 'organizativas y técnicas' que alega la empresa para los cierres, aprovechando las facilidades de la reforma laboral del PP, ni mucho menos con las condiciones en las que quiere despedir a los trabajadores", afirmó el sindicalista.