El futuro inmediato de los 400 empleados de la fábrica de aluminios de Alcoa en A CoruñaAlcoa A Coruña está en juego esta semana. Desde hoy y hasta el viernes, la multinacional estadounidense acude a la subasta de primas eléctricas, para las que este año el Gobierno ha bajado el tiempo de vigencia, el número de bloques y los precios de salida. La metalúrgica necesita obtener incentivos suficientes para asegurar la viabilidad de sus plantas hasta primavera. La puja tiene en vilo a la plantilla, a la espera de un resultado que aleje el fantasma del paro: en 2014, cuando se inició el sistema de subasta, el resultado para Alcoa fue tan malo que anunció el cierre de las plantas de A Coruña y Avilés, que finalmente evitó mediante un puja extraordinaria.

Alcoa tratará de obtener seis de los ocho grandes bloques de megavatios que están en juego. El año pasado logró cinco y había diez, para cinco aspirantes. Necesita ganar los suficientes para repartir entre sus plantas y la de A Coruña precisa uno para que la plantilla respire tranquila hasta el 31 de mayo, ya que esta vez los incentivos cubren cinco meses, en vez del año completo. Las primas de interrumpibilidad son una retribución económica que el Gobierno paga a la gran industria por tener una instalación eléctrica interrumpible, lo que obliga a reducir o suspender su actividad en los momentos en que el sistema no genera energía suficiente para cubrir la demanda en el país. De lo contrario, habría apagones. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) criticó el elevado coste de la interrumpibilidad, que en los últimos tres años supuso más de 1.500 millones de euros en incentivos a la industria.

Críticas y manifestación

La inestabilidad económica de este mecanismo de compensación trae de cabeza a las grandes compañías y a sus trabajadores. La vigencia de las primas se redujo porque el sistema está en transición hacia un nuevo modelo aún por definir, a la espera de la ruta que marque Europa en 2018 y lo que decida el Gobierno. El sindicato CIG lamenta que esta situación incrementa "la incertidumbre y no favorece" la normalidad y la planificación de la industria para fomentar el empleo.

La CIG convocó una manifestación para esta mañana coincidiendo con el inicio de la puja. El sindicato hace un llamamiento para derribar el actual sistema de primas eléctricas, que considera "perverso, opaco e inestable" y que a su juicio pone en riesgo la continuidad de fábricas con gran importancia para A Coruña, como la de Alcoa y también la de Ferroatlántica. En la manifestación de esta mañana -a las 11.30 horas ante la Delegación del Gobierno- se reclama la creación de una tarifa eléctrica industrial estable, "con variaciones predecibles a las que se puedan acoger las industrias grandes consumidoras bajo determinadas condiciones".

Después de la puja de esta semana, Energía se reserva la posibilidad de celebrar nuevas subastas a lo largo del próximo año. El Ministerio de Energía calcula que la interrumpibilidad se mantendrá "un par de años" para luego ir modificando el sistema de apoyo a la industria según permita la normativa europea.

La actual inestabilidad de los costes eléctricos ya lastra en un 20% del empleo en la fábrica de A Grela según los sindicatos. El comité de empresa señala que a pleno rendimiento la planta daría trabajo a 500 personas, pero a día solo hay 400 por las circunstancias del mercado eléctrico. La plantilla reclama "un sistema transparente y estable que permita producir en plenitud.