La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) afirmó que los resultados de la subasta eléctrica para la gran industria celebrada esta semana suponen "un duro batacazo" a su competitividad y tendrán "consecuencias negativas", después de haberse resuelto con un recorte de la retribución anual del servicio de 152 millones de euros y con 11 fábricas excluidas. Solicita medidas urgentes para lograr precios eléctricos similares a los de sus principales competidores europeos.

En A Coruña, la puja del servicio de interrumpibilidad -por el que el Gobierno paga a las industrias a cambio de desengancharse del servicio eléctrico cuando la red no da abasto- afecta sobre todo a la aluminera Alcoa, que tiene un fábrica con 400 empleados en A Grela. El presidente de su Comité de Empresa, Juan Carlos López Corbacho, confía en que la plantilla se mantenga hasta finales de mayo -tiempo de vigencia de los incentivos de esta subasta- y que a partir de entonces, el Gobierno genere un nuevo sistema que dote de estabilidad el marco eléctrico para la industria y permita a la fábrica coruñesa ser competitiva y producir a pleno rendimiento, lo que supondría 100 puestos de trabajo más.

La rentabilidad de la planta herculina ha quedado lastrada para los primeros cinco meses del año, ya que Alcoa no ha conseguidos grandes bloques (de 90 megavatios) suficientes para asignar uno a la ciudad -los tres que logró van para San Cibrao-. La metalúrgica de A Grela tendrá que arreglarse con bloques de 5 megavatios, peor remunerados. Como consecuencia, sube el coste energético de la factoría, que dedica un 40% de su presupuesto a pagar la factura eléctrica, y baja su rentabilidad, con posibles efectos en el empleo.

AEGE señaló que el resultado para 2018 supone un recorte del 30% con respecto a 2017, con una reducción de 86 millones de euros en el precio medio del servicio y de 66 millones en la potencia asignada. La asociación considera que con esta reducción de potencia, "no previsible con una demanda creciente y con una insuficiente capacidad de interconexión con Francia", las fábricas proveedoras del servicio, que tienen todo preparado para prestarlo en 2018, "se quedan sin contraprestación en 11 de ellas y, en el mejor caso, con una fuerte merma de su retribución".

Además, subraya que, después de que se recortara de un año a cinco meses del periodo de vigencia y se bajara el precio de salida de las subastas en un 10%, en la subasta se confirmó una reducción de la potencia subastada y un recorte del 20% en los precios medios asignados.