La mejora económica ha supuesto un alivio para miles de familias, que han podido desabrochar ligeramente el apretado cinturón con el que gestionan sus cuentas. En el último trimestre del año el porcentaje de hogares que redujeron su consumo se situó en el 32,2%, un 12% inferior al 36,6% registrado en el mismo periodo del año anterior. Se trata de 332.858 familias, frente a las 381.838 de finales de 2016.

La Enquisa conxuntural a fogares elaborada por el Instituto Galego de Estatística (IGE) refleja en varias de sus tablas una mejora de la economía familiar en Galicia. El 47,6% de ellas llega a fin mes de con "facilidad o mucha facilidad", mientras que el 45,3% lo hace con "dificultad" y el 6,9% con "mucha dificultad". Las cifras mejoran los datos del mismo periodo de 2016, aunque empeoran las del trimestre anterior, cuando se alcanzaron unos porcentajes del 48,3%, 42,1% y 9,5%, respectivamente.

Uno de los indicadores tomado como referencia sobre la situación familiar es el referido al recorte del consumo. Un total de 48.980 hogares evitaron medidas para "reducir gastos, aumentar ingresos o afrontar pagos pendientes" en un año. Solo el capítulo de medidas financieras crece levemente del 1,34% de finales de 2016 al 1,89% de diciembre pasado. Caen el resto: del 13,4% al 11,8% quienes optan por marcas blancas más baratas; del 13,85% al 12% quienes recortan la compra de ropa, calzado o transporte; del 0,91% al 0,35% los que un miembro de la familia se pone a trabajar para complementar los ingresos del hogar; y del 7,1% al 6% quienes reciben ayuda de parientes.

También desciende el porcentaje de aquellos que no se permitieron ningún extra entre octubre y diciembre, que pasa del 23,5% al 20,8%, un repunte desde el 19,79% del tercer trimestre del año pasado, pero el segundo dato más bajo en año y medio.

En este apartado, el propio IGE destaca que la categoría que experimenta una mayor subida en el cuarto trimestre del año respecto al anterior "es la referida a los extras en productos de alimentación, que sube 15,78 puntos". Gran parte del gasto en esta cuestión se centra en las fiestas navideñas, termómetro en parte de la economía familiar. Si a finales de 2016 era un 28% de hogares el que decidía darse un capricho, el porcentaje rozó el 45% en 2017. Traducido a cifras concretas, 172.417 hogares más pudieron poner a la mesa algún producto que deseaban desde hacía tiempo y que no habían podido adquirir. En total, pagaron ese extra 460.880 hogares, según las estadísticas del IGE.

La prudencia parece instalada en la economía doméstica, a pesar de estos comportamientos. Durante el próximo trimestre, los hogares solo apuntan a la alimentación como capítulo para asumir un desembolso extra -pasa del 50% de finales de 2016 al 63,5%-, pero irse de viaje, asumir grandes compras o incorporar ropa o calzado al armario caen como opción: del 7,7% al 5,9%; del 26,2% al 10,1% y del 15,9% al 10,5%, respectivamente.

Aumenta la previsión de salir más a cafeterías, al cine o al teatro -del 66,6% al 69,4%- y ahorrar algo de dinero -del 35,5% al 38,9%-, según el IGE.