El que fuera vicepresidente económico de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2009, Pedro Solbes, manifestó ayer que al Gobierno le faltó valentía para acumular superávit antes de la crisis y reformar la gobernanza de las cajas de ahorro antes del estallido de la crisis. "Creo que debimos ser más valientes en términos de superávit y en entrar en la gobernanza de las cajas", reconoció durante su comparecencia en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas.

Solbes puso en duda que la reforma de las cajas "hubiera sido posible visto el momento político", aludiendo a la minoría parlamentaria en la que se encontraba el PSOE. Según su opinión, "el problema no eran las cajas" sino las características de una "gobernanza inadecuada", y cree que esto también afectaba a las posibilidades del Gobierno para reformarlas. "El tema de la gestión era clave, pero dada la sensibilidad política y territorial, modificar la legislación no era realista si no existían problemas de solvencia", indicó Solbes, que defendió que las cajas fueron entidades "fantásticas desde todos los puntos de vista durante muchos años".

Sin embargo, el exvicepresidente criticó tanto la ampliación de su ámbito de actuación fuera de su territorio, lo que las forzó a competir con otras entidades, como una "falta de rigor" en el nombramiento de sus responsables. "Lo que hemos visto es que las instituciones con gestores de alto nivel se han mantenido, se han convertido en bancos y han funcionado excelentemente bien y las que no los han tenido han funcionado mal", indicó.

Solbes también admitió "claros errores de previsión en términos macroeconómicos" y a la hora de detectar la llegada de una segunda recesión y su magnitud. "No fuimos capaces de detectar la fuerte recesión", explicó, recordando que si bien el Gobierno anticipó una contracción del PIB del 2% en 2009, la caída alcanzó el 3,6%.

Asimismo, señaló que en 2010 el Ejecutivo confiaba en "volver a la normalidad" y recuperar el crecimiento, algo que "tampoco sucedió". "Con la segunda recesión nos equivocamos totalmente", aseveró.

Solbes señaló que la complejidad de la crisis no permitió al Gobierno conocer la "amplitud" de la misma, y responsabilizó a la arquitectura económica de la UE y la debilidad del euro ante las dificultadas de deuda de los países miembros. "No esperábamos que el euro reaccionara tan mal. Podríamos haberlo pensado, pero en la primera intervención de apoyo a Grecia se debatió si íbamos con el FMI o solos", indicó, lamentando el tiempo empleado en decidir a nivel comunitario.