Bruselas ha propuesto reformar el sistema actual de IVA para dar más libertad a los países comunitarios a la hora de tomar decisiones sobre los diferentes tipos de este impuesto, eliminando la lista de bienes y servicios que actualmente pueden beneficiarse del tipo reducido.

El nuevo diseño, que requiere de la unanimidad de los países miembros para ser aprobado, supone mantener un tipo general mínimo del 15%, pero abre la puerta a introducir otros cuatro por debajo de este umbral. En concreto, los países podrían fijar dos reducidos entre el 5% y el tipo general, una excepción del pago del IVA (o tipo cero) e introducir otro más entre este tipo nulo y los reducidos.