El Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido de 6.619 millones de euros en 2017, lo que supone un aumento del 7% respecto al año anterior, tras registrar un cargo neto de plusvalías y saneamientos de 897 millones, según informó ayer la entidad financiera. El banco, que afirmó haber cumplido todos sus compromisos estratégicos para 2017 y reiteró los objetivos para 2018, resaltó que el crecimiento de los resultados refleja la calidad y recurrencia de los ingresos, el buen control de costes y las mejoras en la calidad crediticia.

En concreto, Santander registró tendencias positivas en los negocios, con incrementos de los ingresos en ocho de sus diez mercados principales, al tiempo que el beneficio ordinario creció en nueve de los diez mercados principales del grupo. En 2017 Europa contribuyó con un 52% al resultado y América, con el 48%.

Mientras, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que el Santander quiere ajustar la plantilla tras integrar el Popular cerró ayer el plazo de adhesión voluntaria con alrededor de 900 solicitudes en toda España, unas 116 en el caso de Galicia, según estimaciones de UGT.

En cuanto al conflicto por la intervención del Popular, la presidenta del Santander, Ana Botín, se mostró "a favor" de publicar el informe de Deloitte previo a la resolución de la entidad, pero manteniendo partes confidenciales.