La corporación municipal de Cerceda se hizo eco de la preocupación de la plantilla de la central térmica de Meirama central térmica Meirama ante la incertidumbre que pesa sobre su futuro y aprobó el jueves una moción en la que insta a Gas Natural Fenosa (propietaria de la planta) a cumplir el acuerdo anunciado por su consejo de administración en enero de 2015 por el que se comprometía a adaptar la central a la nueva norma de emisiones para que pudiera seguir operativa más allá de 2020.

El grupo energético tiene hasta julio de ese año para realizar las obras de actualización de la térmica cercedense a la directiva comunitaria sobre emisiones contaminantes -unos trabajos que requieren de una inversión próxima a los 120 millones de euros y que durarán unos dos años-, pero aún no ha decidido si las hará para alargar la vida de la planta al menos hasta 2045. Como faltan menos de dos años y medio para julio de 2020, tanto los trabajadores de Meirama -son 100 en plantilla y hay otro centenar de empleos directos de empresas auxiliares- como la corporación municipal de Cerceda urgen a Gas Natural Fenosa a clarificar el futuro y cumplir "el compromiso adquirido en el pasado".

El alcalde de Cerceda, José García Liñares, recuerda que el anterior presidente de la energética, Salvador Gabarró, anunció en enero de 2015, tras un consejo de la firma celebrado en la Cidade da Cultura, en Santiago, que el grupo adaptaría las instalaciones para que siguiesen operativas más allá de 2020. Una decisión que comunicó a la Xunta.

Solo un año después, en enero de 2016, como recoge la moción aprobada el jueves -presentada por el grupo socialista, pero a la que se sumaron PP y BNG-, Gas Natural solicitó al Concello de Cerceda "la licencia de obra y actividad" para presentar el proyecto en marzo. A mediados de 2016 la eléctrica volvió a contactar con el Gobierno local cercedense para preguntar si el proyecto se podría hacer por fases "dada la urgencia" y "que se pide mucha documentación tanto en Europa como en Madrid". "Para todas las peticiones el Concello dio las máximas facilidades", recoge la moción, que aclara que el Ejecutivo municipal constató posteriormente por la prensa, tras distintas declaraciones de directivos de Gas Natural Fenosa, que el futuro de la planta de Meirama estaba en el aireMeirama pese al acuerdo de 2015.

La corporación de Cerceda insta a la empresa a cumplir su palabra y garantizar el funcionamiento de la térmica hasta 2045 y que se comprometa "con la rentabilidad económica y social" de la planta.

Los grupos también acordaron trasladar a la Xunta "la preocupación" por este asunto e instarla a que negocie con el Gobierno central para que la central se adapte a la directiva europea de emisiones.

La moción incluye además un tirón de orejas al Gobierno gallego al señalar que los impuestos autonómicos a las eléctricas "antes o después acaban por pagarlos los clientes de las empresas", en referencia a tributos como el canon eólico, que van a provocar un alza en la factura de la luz de los gallegos.

La plantilla de Meirama, por su parte, defiende la rentabilidad y competitividad de la central y asegura que la inversión de 120 millones "no parece exagerada" si permite que esté operativa hasta 2045, "más cuando su producción está entrando en el sistema constantemente" al fallar las renovablesrenovables.