Varias de las empresas ganadoras de la primera macrosubasta de renovables convocada por el Ministerio de Energía en mayo de 2017 para poder cumplir los objetivos de consumo con fuentes limpias marcados por la Unión Europea ya adelantaron entonces que Galicia entraba en sus planes para desarrollar parte de los proyectos. Es una zona con condiciones naturales favorables, sobre todo en producción eólica: hay más viento y más constante, las instalaciones pueden funcionar más horas y suelen ser más rentables. Pero en su contra jugaba la agonía que sufría el sector desde el concurso de 2010 en el que la Xunta repartió 2.300 megavatios (MW), ninguno sin levantar. El Ejecutivo gallego decidió dar un giro de 180 grados. Eliminó sus pujas y la obligación de los planes industriales, además de acelerar la tramitación de los parques para llegar a tiempo al plazo -antes de acabar 2020- impuesto por Energía en sus adjudicaciones. Ayer se supo cuántos proyectos recalarán en principio a la comunidad gallega. Serán 25.

Las empresas concurrieron con cupos de potencia y no tenían que identificar la ubicación hasta ahora. Los 3.000 MW, en manos de 22 promotores, se distribuyen en 165 proyectos, "en su gran mayoría eólicos", recuerda el Ministerio de Energía. El resto de tecnologías -solar fotovoltaica y termoeléctrica, hidráulica, biogás o biolíquidos- apenas representan el 0,7%.

Aragón, la comunidad que más se apuró a acabar con las trabas económicas y administrativas, absorbe 80 proyectos. La mitad. El principal ganador de la macrosubasta es un grupo de la comunidad aragonesa, Forestalia, con 1.200 MW, a sumar a los 400 MW que logró en la primera puja, mucho más pequeña (700 MW de eólica y biomasa), que puso punto y final a la moratoria de las renovables en enero de 2016.

La segunda autonomía con más proyectos es Galicia, el 15%. Energía no concreta de quién y la potencia por "la flexibilidad" del proceso "a la hora de presentarlos". Castilla y León, líder eólica española, será emplazamiento para otros 20. Castilla-La Mancha contará con 13 proyectos renovables. Otros 9 estarán en Andalucía, 5 en Cataluña, 4 en Murcia, y uno en País Vasco, Extremadura, Madrid y Asturias.

Solo Endesa avanzó ayer que suyos son 29 proyectos. Consiguió 540 MW "en Aragón, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Asturias y Galicia". "Las nuevas instalaciones generarán aproximadamente 1.750 gigavatios/hora al año", apunta. Su filial de renovables, Enel Power España, gestiona más de 1.800 MW, incluidos los cinco comprados al empresario coruñés Manuel Jove y la tecnológica Gestamp. Queda por saber también cuántos de los 667 MW logrados por Gas Natural Fenosa se desarrollarán en a comunidad gallega -con la cosecha de las dos grandes subastas de 2017 su previsión el pasado año era montar unos 200 MW en Galicia e invertir 200 millones- y los de Norvento, con 128,6.

"Los 25 parques en Galicia identificados y el interés mostrado por las empresas muestra la apuesta de Galicia por las renovables. La comunidad está haciendo los deberes para impulsar tanto este sector en general como el eólico en concreto", valora la Consellería de Economía, que "trabaja" en facilitar "mejoras tecnológicas" en los proyectos -la mayoría de los acumulados del concurso de 2010 e incluso anteriores están desfasados- y que "entren en funcionamiento dentro de los plazos establecidos". Hay 18 que pidieron su declaración de "interés especial" para acortar la tramitación y 36 en análisis. La Xunta prevé superar los 4.000 MW en funcionamiento -a cierre de 2016 había 3.330- en 2020.

La satisfacción en la patronal del viento de Galicia es "moderada". Recuerda que Aragón arrasa con la mitad de los proyectos. "Nosotros aspiramos a recuperar la primera posición que tuvimos históricamente", señala la Asociación Eólica de Galicia (EGA). Demanda a las administraciones "una política que incentive claramente las energías renovables, mejorando la fiscalidad", en referencia a la carga del canon eólico en sus cuentas. Los promotores creen en la ley de implantación empresarial ayuda a reducir la tramitación, "pero aún hay margen para mejorar, tal como se ha demostrado en Aragón".

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