Mientras la contienda judicial cabalga a galope con todos los frentes abiertos por la resolución de la entidad y las investigaciones de las ampliaciones de capital y los antiguos directivos, el Popular inicia estos días el adelgazamiento de sus servicios centrales para allanar la integración en su nuevo dueño, el Santander, que a principios de diciembre firmó con los sindicatos el acuerdo para dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) para acometer el ajuste de unos 1.100 empleos. Galicia será uno de los territorios más afectados -hay 120 solicitudes de baja voluntaria, aunque la estimación de puestos en la comunidad roza los 200- por la fuerte presencia a través del Pastor, el segundo mayor banco que opera aquí y que, como su matriz, sufrió un auténtico terremoto en sus cuentas y su balance durante la crisis que acabó en la intervención por parte de la Junta Única de Resolución (JUR) de la UE. La entidad gallega entró en números rojos: más de 200 millones de euros.

En las abultadas pérdidas que arrastra el Pastor influye tanto la limpieza interna del balance realizada en esos meses previos a la caída del Popular como la mala evolución del negocio por el miedo de la clientela. Al cierre del tercer trimestre del pasado año, según la información que acaba de publicar la Asociación Española de Banca (AEB), el margen de intereses de la entidad se situó en 133,5 millones de euros, un 21,5% menos que en septiembre de 2016. El margen bruto baja también con fuerza, un 18,3%, hasta los 166,6 millones.

Desde que recuperó ficha bancaria propia, el Pastor ganó 21,9 millones en 2014 y 39,9 millones en 2015. El Pastor no fue caso aparte en el grupo Popular ante la fuga de depósitos provocada por las dudas sobre la viabilidad del negocio. Entre marzo y junio de 2017, el momento de su intervención y venta exprés al Santander, se quedó sin 782 millones de euros de ahorros de la clientela. Un 10% de los depósitos. Los siguientes meses no fueron mucho mejor y hasta noviembre la entidad gallega registra un descenso de 863 millones. El crédito muestra una clara tendencia a la baja. Pese al ligero incremento de los préstamos entre octubre y noviembre, desde enero el recorte alcanza los 577 millones de euros.