Los 127 trabajadores de Megasa Siderúrgica SL, en Narón, han comenzado la negociación de un nuevo convenio colectivo con el que pretenden mejorar sus condiciones, después de la pérdida de empleos que supusieron las salidas de hace tres años, que mermaron en 40 personas la plantilla. El pacto propio que rigió los últimos tres años venció en diciembre y ahora tienen un año de plazo para acordar uno nuevo. Sobre la negociación planea la sombra del conflicto en Megasider, la fábrica que el grupo de la familia Freire tiene en Zaragoza, que lleva tres semanas en huelga, a consecuencia de que la dirección decidiese descolgarse del pacto de empresa vencido y aplicar el convenio del metal de la provincia, con peores condiciones.

"Nosotros estamos en proceso de negociación y viendo las noticias sobre Zaragoza nos planteamos que si no llegamos a un acuerdo, no sabemos qué línea cogerá la empresa", expone el presidente del comité de empresa de la factoría de naronesa, Carlos Bascoy. Defiende la necesidad de que las fábricas se rijan por sus convenios propios, aunque también señala que las condiciones de las que disfrutaban sus compañeros de Zaragoza era "muy superiores" a las que tienen en Galicia. La compañía gallega compró la factoría zaragozana hace dos años a Arcelor-Mittal. Los trabajadores aragoneses se quejan de que desde el 1 de enero sus sueldos han bajado un 10% y se han incrementados las jornadas laborales.

El comité de empresa de Narón ha presentado a la empresa una propuesta para que en los dos próximos años los salarios se actualicen el IPC más 0,75%, ganar dos días de asuntos propios y organizar los turnos -combinan jornadas diurnas y nocturnas- de forma "menos gravosa para la salud de los trabajadores", defiende Bascoy.