La estrategia de Nueva Pescanova va dirigida a consolidarse como una pesquera más comercial que productora, con la marca como gran baluarte (está tasada en 64,3 millones) y sin "depender" de problemas de índole político que surjan en terceros países. "Las empresas mixtas ya no son un diferencial, y tecnológicamente tampoco lo tienen" en muchos casos, analizan expertos de la industria, que creen que el fichaje de Sergio Elizalde como director general comercial va en línea con este objetivo.

La tendencia es a echar mano de copackers (firmas que fabrican y envasan un producto para un cliente con la marca de este último), auditadas y de elevada competitividad. "¿Por qué no pensar en que me lo haga otro que es mejor?", añaden las mismas fuentes. De hecho, es un mecanismo muy utilizado en Hero, multinacional de la que Elizalde fue hasta hace un mes director general para el sur de Europa. "Reducir estructura (ladrillo) teniendo una marca como la que tienen puede ser lógico", indican.

Los expertos apuntan a que Pescanova preservará en el exterior la producción propia de langostino porque es un segmento poco intensivo a nivel de estructura, aunque los incrementos en la producción dependerán más de terceros que de elevar la biomasa en las granjas que posee en Ecuador, Nicaragua y Guatemala. En el segmento de flota el grupo invertirá 42,5 millones hasta 2020 en la construcción de siete buques. En la actualidad cuenta con 72 naves con una edad media superior a los 30 años.