En apenas año y medio, Gas Natural Fenosa ha dado un vuelco meteórico a la cabeza y el corazón. Hace pocos días que el ex consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés, asumió la Presidencia ejecutiva del grupo energético mayoritario tanto en distribución como en generación eléctrica en Galicia y puso fin a la era de Isidro Fainé, que entró en lo alto de la cúpula en septiembre de 2016. En esas mismas fechas Repsol dio un primer paso para acabar con las casi tres décadas acumuladas como accionista mayoritario y vendió junto al otro socio de referencia con el que mantenía un histórico pacto de control, La Caixa, un 20% del capital al fondo estadounidense GIP. La petrolera completó ayer su salida al vender el otro 20% que le quedaba al también fondo Rioja Bidco Shareholdings, en manos de CVC -antiguos dueños de la cablera gallega R hasta su traspaso a Euskaltel- y la Corporación Financiera Alba. El holding de la familia March anunció minutos después la adquisición de un 25,7% de Rioja por 500 millones, por lo que ostentará de forma indirecta un 5,1% de los títulos de Gas Natural Fenosa.

Tanto en la venta de ayer como en la de septiembre de 2016 el precio es el mismo. La acción de la multinacional energética se valora a 19 euros, por lo que el montante final supera los 3.816 millones de euros. La cotización de Gas Natural Fenosa superó finalmente los números rojos que se anotó tras la comunicación de la operación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y cerró a 18,615 euros, un 1,83% de incremento respecto a la sesión del miércoles. La desinversión dejará en Repsol una plusvalía -la diferencia entre lo que le costó en su momento el paquete de acciones y lo que recibe ahora- de "aproximadamente" 400 millones de euros.

La transacción queda a expensas de conseguir, en un plazo de no más de seis meses desde que se firme el contrato, las autorizaciones de las autoridades de México, Corea del Sur, Japón y Alemania por el grado de concentración que supone la compraventa en estos mercados; a que el Banco Central de Irlanda no se oponga porque la operación implica la adquisición indirecta de una participación significativa en una entidad (Clover Financial & Treasury Services) bajo su tutela; y a que Rioja firme antes del 22 de marzo un contrato con los otros dos grandes socios de Gas Natural Fenosa (Criteria, que tiene el 24,4%, y GIP, con el 20%) para que tres representantes suyos se sienten en el consejo de administración.

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Criteria, brazo inversor de Caixabank, se mantiene como primer accionista del grupo energético, por delante de los dos fondos, ambos con un 20%. Su parte, junto a la presencia de otras firmas como Capital Research -que en febrero afloró un paquete de algo más del 3%- deja el capital extranjero con más del 46% de los títulos.

Después de ganar 1.360 millones de euros en 2017, un 1% más que en 2016, Gas Natural Fenosa enfila la preparación de su nuevo plan estratégico. Aunque la previsión de la compañía era tenerlo ya a estas alturas del ejercicio, la entrada de Reynés modificó el calendario y se trabaja con la idea de presentarlo coincidiendo con la celebración de la junta general de accionistas. El propio Reynés pedía en la presentación de los resultados un poco de paciencia a los inversores.