Los 28 Estados miembros de la Unión Europea elevaron de media su gasto en I+D del 1,8% de su PIB en 2006 al 2% en 2016. Sin embargo, España, que se queda rezagada en el furgón de cola, es uno de los ocho países donde en la última década no se incrementó esta cantidad. Dedica un 1,2%, un porcentaje que solo supera a otros 11 países, lejos de países como Alemania, Francia o Reino Unido, que dedican el equivalente al 2,9%, el 2,2% y el 1,7% del PIB.