Hace apenas una semana, durante la presentación del Plan Estratégico 2018-2020, el presidente de Bankia desvinculó la entidad de cualquier operación corporativa en este momento. "No tenemos en la mesa ni apareciendo por la mesa ninguna", apuntaba José Ignacio Goirrigolzarri. Y en eso ahonda el banquero en unas declaraciones al Financial Times, en las que insiste en la posibilidad de que pueda "seguir adelante de forma independiente", aunque con un matiz. Goirigolzarri asegura que Bankia "podría ser" objeto de compra para sus competidores domésticos. Es decir, para uno de los grandes bancos españoles, en los que destaca, por la combinación de la red -menor en Cataluña y más fuerte otras autonomías mediterráneas-, al BBVA.

"Somos una buena combinación para todo el mundo", señala el primer ejecutivo de Bankia, que en el marco de su plan estratégico prevé alcanzar un beneficio de 1.300 millones en 2020, un 62% más que en 2017, y repartir unos 2.500 millones en dividendos durante el trienio del plan.

El Gobierno, como propietario que es del 60,63% de la entidad, está en una "posición muy delicada", asegura Goirigolzarri.