La buena marcha de las empresas en Galicia como consecuencia de la recuperación económica devolvió el año pasado los pagos del Fondo de Garantía Salarial -el Fogasa, ente adscrito al Ministerio de Empleo que se hace cargo de buena parte de los salarios e indemnizaciones por despido que las empresas insolventes adeudan a sus trabajadores- a niveles no vistos desde 2009. La comunidad gallega registró el año pasado muchos menos expedientes de regulación de empleo (ERE) y concursos de acreedores que en los años más duros de la crisis, lo que alivió las arcas del Fogasa. La entidad abonó en 2017 más de 40,4 millones en salarios e indemnizaciones en Galicia a un total de 6.357 trabajadores. El desembolso realizado es el más bajo desde 2009, cuando alcanzó los 34,9 millones, y queda muy lejos del máximo de la crisis, alcanzado en 2014, con 135,3 millones de euros, más del triple que el año pasado.

Los pagos del Fondo de Garantía Salarial en la comunidad gallega oscilaban entre los 10 y los 20 millones anuales hasta 2007, antes de la crisis, pero el estallido de la burbuja inmobiliaria y su incidencia en el sector financiero y la economía en general provocaron su aumento paulatino año a año hasta alcanzar ese máximo de 135,3 millones como consecuencia de los numerosos despidos colectivos y quiebras de importantes empresas asentadas en Galicia. Desde entonces, y gracias a la recuperación de la economía y la mejor marcha de las empresas, las cifras se redujeron de forma constante hasta la actualidad, con una reducción del gasto del Fogasa en la comunidad del 70% respecto a 2014. De los 135,3 millones desembolsados ese año se pasó al siguiente a 82,2, frente a los 53,6 de 2016 y los 40,4 del pasado ejercicio.

Las cifras de trabajadores que tuvieron que recurrir al ente adscrito al Ministerio de Empleo para poder cobrar sus salarios o las indemnizaciones por despido siguieron una evolución similar a la de las cuantías abonadas en Galicia. Los 6.357 gallegos que recibieron algún tipo de abono por parte del Fondo de Garantía Salarial suponen la cifra más baja desde 2008, el primer año de la crisis, cuando los beneficiarios en la comunidad ascendieron a 3.943. Desde entonces la cifra subió de forma continua (a 7.317 en 2009, más de 10.000 al año siguiente, cerca de 13.400 en 2011, algo más de 15.200 un año después, casi 15.900 en 2013) hasta alcanzar los 24.146 empleados afectados en 2014, lo que supone el récord de la crisis. A partir de ese ejercicio, en el que comenzaron a percibirse los primeros síntomas de recuperación económica, las cifras iniciaron la tendencia a la baja al recortarse casi a la mitad en 2015 (con 12.346 trabajadores que cobraron del Fogasa), descender a 7.662 al año siguiente y quedarse en esos 6.357 en 2017. La cifra del pasado ejercicio supone un descenso cercano al 74% respecto a 2014.

La evolución en el conjunto de España es muy similar a la de la comunidad gallega al registrarse las menores cifras tanto de pagos del Fondo de Garantía Salarial como de trabajadores beneficiados por esos desembolsos. El organismo dependiente del Ministerio de Empleo abonó el año pasado más de 590 millones de euros en salarios e indemnizaciones por despido impagados a más de 90.321 empleados, cifras solo superiores desde el inicio de la crisis a los 434 millones pagados en 2008 a 90.320 trabajadores.

Las cifras del año pasado suponen un descenso del 74% en el caso de la cuantía abonada y del 77% en el número de beneficiarios respecto a los máximos marcados también (como en Galicia) en 2014, cuando el Fogasa realizó pagos por más de 2.288 millones de euros a casi 389.500 trabajadores.

Por comunidades, las que protagonizaron en 2017 los mayores desembolsos fueron Madrid (100,5 millones), Cataluña (91), Andalucía (81) y Comunidad Valenciana, con 74,5 millones. También son las que más empleados afectados contabilizaron, con 15.464 madrileños, 14.166 catalanes, 11.410 valencianos y 11.332 andaluces.