Un buen indicador, quizás el mejor, para medir la eficacia y la oportunidad de los cursos de formación destinados a desempleados es comprobar cuántos de los asistentes obtienen un trabajo al terminar el proceso formativo. El Observatorio do Emprego autonómico acaba de realizar un estudio sobre la inserción laboral de los participantes en acciones formativas para parados desarrolladas en el año 2016 y el resultado es que el 60% encontró un trabajo tras conseguir la pertinente acreditación. Nada se dice, en todo caso, sobre si mantienen actualmente el puesto de trabajo.

Por estos cursos, financiados por la Consellería de Economía, Emprego e Industria, fueron 6.572 alumnos los que pasaron en 2016 y obtuvieron la cualificación correspondiente. De ellos, 3.963 -seis de cada diez- consiguieron un empleo al acabar el curso. Y dos tercios de estos últimos, según el departamento que dirige Francisco Conde, se incorporaron al mercado laboral en los seis meses inmediatamente siguientes al término del curso.

En total se impartieron acciones formativas en 24 familias profesionales, si bien el alumnado se concentró en seis tipologías por considerarlas más atractivas y con mayores perspectivas de inserción laboral. De hecho, dos de cada tres desempleados optaron por alguna de estas seis ramas.

Como preferida figura los servicios socioculturales y a la comunidad, familia profesional en la que se inscribieron 1.683 parados, el 26% del total. Tras esta se sitúa administración y gestión, con 1.097 alumnos (el 17%); informática y comunicaciones, con 481; transporte y mantenimiento de vehículos, con 438; y hostelería y turismo, con 332.

En cuanto al resultado de la inserción laboral, el éxito no siempre coincide con la familia profesional más demandada. El mejor balance corresponde a actividades físicas y deportivas, con profesiones como socorrista, con un índice de contratación del 86%. Como segunda familia profesional con mayor tasa de inserción laboral figura fabricación mecánica, con el 71%; seguida de sanidad, con el 69%; servicios socioculturales y a la comunidad, con el 68%; industrias extractivas, con el 67%; química, con el 67%; hostelería y turismo con el 65% o confección y piel con el 64%.

El análisis de los cursos de formación para desempleados de 2017 no se pudo hacer porque son plurianuales y acaban todavía ese año. En todo caso, según destaca la Consellería de Economía, las acciones formativas para parados que financia el Gobierno gallego cuentan con certificados de profesionalidad válidos en toda España, "lo que supone un valor añadido que reporta claros beneficios a la hora de encontrar trabajo".

El éxito también depende de que los cursos estén en consonancia con lo que demanda el sector productivo, de ahí el impulso a la "formación a la carta y especializada" que recoge la Axenda 20.

Además, también se promueven los cursos para ocupados en sectores estratégicos o emergentes. A esta iniciativa, que se imparte en centros homologados, pueden acceder más de 23.000 trabajadores y cuenta con un presupuesto de 13 millones de euros para desarrollar casi 1.500 cursos.