Tras seis años de diseño y construcción, Norvento, la principal compañía energética de capital gallego, estrenó ayer su nueva sede. Un edificio inteligente para predicar con el ejemplo, "de los más avanzados del mundo en materia de autogeneración e independencia energética a través de renovables". Tanto, que las instalaciones de más de 4.000 metros cuadrados y capacidad para 200 trabajadores, están desconectadas de la red eléctrica general y de la de gas, gracias, entre otras razones, a un sistema de baterías que le permiten almacenar electricidad. El Centro de Innovación Norvento Enerxía (CIne) sumó un presupuesto de 12.

"Queremos lanzar un mensaje al conjunto del sector industrial y empresarial: hoy ya es posible cambiar la manera en que se obtiene y gestiona la energía en pro de una mayor eficiencia, ahorro y competitividad", defendía ayer en la inauguración su presidente, Pablo Fernández Castro, acompañado del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete.

La compañía, una de las principales beneficiadas por las recientes subastas de potencia renovable, abre ahora una nueva etapa de crecimiento, en la que prevé una inversión de 150 millones de euros en nuevos proyectos hasta 2020, cuando su cifra de negocio, que cerró 2017 en 42 millones de euros, se incrementará un 60%.