La gran obra pendiente en Galicia para el transporte de la electricidad -tras entrar en servicio en 2017 el eje cantábrico- es la interconexión en alta tensión con Portugal entre Arbo y Ponte de Lima. Esta línea de 400 kilovoltios (kV) permitiría exportar energía a territorio luso pero el proyecto, que arrancó en 2013 y se preveía que estuviese completado el año pasado, acumula un importante retraso y está parado por falta de avances del Gobierno portugués. Los responsables de Red Eléctrica de España (REE) explicaron ayer que el Ejecutivo español está a la espera de que su homólogo luso avance en la tramitación e identifique el cruce de la línea en la frontera. "España ya hizo todos los trámites y está a la espera del Gobierno portugués. Nos queda solo pendiente el paso transfronterizo pues en España hay acuerdo con los concellos y con el 95% de los propietarios de los terrenos [por los que pasa la línea]", explicó la directora general de Transporte de REE, Eva Pagán, en un encuentro con periodistas.

Una vez el Ministerio de Energía español tenga la respuesta de su homólogo luso, el proyecto se acelerará, pero los plazos de tramitación y las obras necesarias dificultan que la interconexión con Portugal pueda estar terminada antes de 2020.

Sobre la capacidad del sistema español para asumir entre este año y el próximo la entrada en la red de los 8.000 megavatios -unos 600 en Galicia- asignados en las últimas subastas de renovables celebradas por el Gobierno, el director general de Operación de REE, Miguel Duvison, sostuvo que el sistema "tiene una competencia elevada", por lo que no prevé dificultades. Sin embargo, lamentó que a menos de dos años de tener que estar listos los proyectos, el operador del sistema todavía desconoce dónde se ubicarán los parques.