De poco vale imaginar a los drones al servicio de los usos más sofisticados posibles si sigue fallando lo esencial, el que fue, y es, "quizás el más relevante" problema, como reconoce la Xunta, que impide su eclosión definitiva. ¿Cuál? Sí, el de la seguridad del tráfico aéreo. "La seguridad de las operaciones de vuelos "convencionales", es decir, tripulados, no puede ser comprometida, bajo ningún concepto, en el proceso de desarrollo y operación de los sistemas aéreos no tripuladas", sostiene la Xunta, que subraya la necesidad de que las operaciones con los vehículos aéreos no tripulados (UAVs en sus siglas en inglés) "deben ser realizadas de tal forma que se prevenga el riesgo de colisión con otras aeronaves y se garantice la integridad de las personas o bienes que podrían ser dañados por el sobrevuelo" de los drones.

Con esa premisa parte el pliego de condiciones del nuevo contrato de la Axencia Galega de Innovación (Gain) para el polo de Rozas, centrado, dentro de la fase de Soluciones, en la "gestión y seguridad del tráfico para espacios aéreos compartidos". Se busca un dispositivo inteligente que minimice los riesgos.

¿Y cuáles son esos riesgos más comunes? Pues el manejo de esas contingencias que también afrontan los aviones tripulados y que, debido a que llevan profesionales al mando, pueden esquivar. La garantía de una "operación segura" de los UAVs "incluso en condiciones de vuelo críticas" representa "el gran reto para la inserción" de estos dispositivos en el espacio aéreo. El contrato resalta los conflictos entre aeronaves -"No se han producido un gran número de incidentes y los que se han dado se deben a altitudes anormales", matiza el documento-, mal funcionamiento de los drones por la pérdida de control, de propulsión o energía y el "conflicto con personas y bienes", tampoco abundantes.

El contrato de la Axencia Galega de Innovación apuesta por "tecnologías y sistemas" a integrar bien en los drones o en las infraestructuras de apoyo terrestres "para posibilitar estas operaciones" en condiciones de seguridad, como, por ejemplo, sistemas anticolisión, sistemas alternativos de comunicación y navegación, etc. El inconveniente de la pérdida de comunicación "resulta especialmente relevante" porque desemboca en varios de los riesgos, así que Gain valorará el uso de las redes de la telefonía móvil, incluido el futuro 5G.