Santander ha recuperado la gestión de los cajeros automáticos y de las tarjetas de Banco Popular tras vender este último a Värde su participación del 49% en WiZink y a la vez comprar con Santander Totta el negocio de tarjetas en España y Portugal que Popular vendió a WiZink en 2014 y 2016. De esta forma, la entidad presidida por Ana Botín "mejora la estrategia comercial y facilita el proceso de integración de Banco Popular", según un comunicado remitido al regulador bursátil.

Grupo Santander espera que el efecto neto de ambas operaciones sea un impacto positivo en su ratio CET 1 fully loaded de aproximadamente diez puntos básicos. Estas operaciones no generan impactos significativos en los resultados del grupo.

Por otra parte, el juez Fernando Andreu declaró compleja la causa que investiga la resolución y venta de Banco Popular, tal y como pedía el Ministerio Fiscal. De este modo la instrucción podrá prolongarse hasta abril de 2019. Este tipo de procedimientos se cursan cuando hay numerosos afectados, como es el caso. Solo en Galicia, y de acuerdo a los datos que figuran en la Audiencia Nacional, la cifra de perjudicados supera los 50.000, con más de 229 millones de títulos que se vieron reducidos a cero en junio del año pasado.