La venta de Nueva Pescanova, cuando se produzca, creará dos escenarios en el sector según el nombre del comprador. Si pasa a manos de un fondo de inversión, presumiblemente con know-how en la industria, habrá un proceso de concentración anticipado desde hace meses por los operadores; si desembarca una firma extranjera, conllevará la entrada de un competidor de enormes dimensiones en un ecosistema muy minifundista (la media de facturación de las empresas pesqueras del país es de 29 millones de euros). Lo que está claro, y así lo advierten directivos consultados por este diario, es que en Galicia hay escasas posibilidades de asumir una operación de este calibre. 800 millones de euros es el precio que trasladó la banca, por ejemplo, a una compañía viguesa (que dijo que no a la propuesta). ¿Quién puede pagar eso? ¿Quién puede comprar Pescanova?

Según los datos de facturación de 2017, los 1.081 millones de cifra de negocio anual de Nueva Pescanova equivalen a cuatro veces Grupo Profand o IberconsaNueva Pescanova, segunda y tercera compañías de España. Las 180.000 toneladas que comercializa aproximadamente cada año dan dos vueltas (literalmente) a su inmediato perseguidor. "Es muy grande, tiene segmentos de negocio en los que nadie de aquí ha trabajado antes, y una estructura inasumible", exponen fuentes de la industria. No se trata solo del precio -que también-, sino de comer un pescado demasiado grande. Rentable y con perspectivas inmejorables, desde luego, pero un gigante para el que "hay que tener pulmón". Y apalancarse, aunque sea con ayuda de los bancos hoy propietarios.

Dice uno de los accionistas que "dado que no hay prisa, se puede esperar a lograr un precio mejor". Él cifra el valor a futuro de Pescanova entre 1.250 y 1.400 millones de euros. "Ya sé que no es fácil para la banca española permanecer en el accionariado e invertir, tendrán muchas presiones del regulador, pero con 800 millones no se arregla nada". Los bancos no tienen prisa por desinvertir, pero sí han trasladado ese precio. Y sí han iniciado contactos para trabajar en el escenario sin ellos en el capital, que siempre se supo que iba a llegar. "Es absurdo negarlo", añade. Pero también es cierto que hay bancos con más prisa por salir (HSBC), otros que acaban de llegar (Santander) y los que quieren maximizar el precio (Sabadell). ¿Que 800 millones es poco? Habrá que esperar al desenlace, pero la deuda de Pescanova supera esa cantidad y no se ha refinanciado el pasivo de las filiales extranjeras.

En la Xunta la posición es clara y prefiere que Pescanova quede en manos de un socio industrial gallego, aunque eso podría generar algunas duplicidades. Pero nadie tiene lo que tiene Pescanova en Centroamérica, ni la capacidad en origen de Namibia... Y, sobre todo, nadie tiene la marca Pescanova. Por eso tiene tantos pretendientes, por eso en Conxemar retumbaba el runrún del "Pescanova y Portobello [dueño de Iberconsa y Aguinaga] están condenados a entenderse", por eso Shanghai Fisheries General Corporation (propietario de Albo) ha llamado a la puerta.