El sistema público de pensiones español ha sufrido dos reformas en los últimos años: una en 2011 con el socialistas José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno y otra en 2013 con el popular Mariano Rajoy instalado en La Moncloa. Los jubilados piden la derogación de las dos en las protestas multitudinarias que han tomado las calles. Las reformas introdujeron términos y novedades como la forma de revalorizar las pensiones o el denominado factor de sostenibilidad ya que parece que la solución inevitable para que el sistema sea sostenible es bajar las pensiones.

La primera reforma (la de 2011) elevó las pensiones mínimas un 1% aunque congeló el resto in- cumpliendo el compromiso de subir el IPC. Ade- más, retrasó la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, algo secundado por los expertos por el au- mento de la esperanza de vida.

Dos años después llegó la reforma del PP, que introdujo dos novedades: un cambio en la revalorización y el factor de sostenibilidad. En lugar de actualizar las pensiones cada año según el IPC la subida es del 0,25%, mientras dure un déficit que, según los expertos, va para largo. Desde 2013 las pensiones han subido este insignificante porcentaje a pesar de la indignación de unos jubilados que ahora cobran, por una pensión de 700 euros, apenas 1,75 más. La segunda gran novedad es el factor de la sostenibilidad, que no otra cosa que tener en cuenta que los jubilados de ahora viven más tiempo que los de antes. Quienes se jubilen a partir de 2019 cobrarán menos al mes durante más tiempo.