El peso de la exportación en la economía gallega llega al 53%, frente al 34% en España

Las economías gallega y española crecieron a un ritmo idéntico el año pasado -ambos territorios con repuntes del 3,1%-, pero los resortes de ese avance son distintos. En el caso gallego, la riqueza llega en mucha mayor medida desde fuera, lo que demuestra la competitividad de determinados sectores y empresas, principalmente la coruñesa Inditex en el textil y la fábrica de PSA de Vigo en la automoción. La otra cara de la moneda es cierta debilidad del mercado interno, con un nivel de creación de empleo y unos salarios que permanecen por debajo de la media estatal. Paradójicamente, esa precariedad favorece el comercio exterior, en la medida en que abarata los costes empresariales y de producción.

"Galicia tiene salarios que permiten vender al exterior", valora la profesora de Economía Cuantitativa Maite Cancelo, miembro de la junta de gobierno del Colegio de Economistas de A Coruña. Considera que es uno de los factores, aunque no el único, por los que la economía gallega es "más competitiva". La innovación es otro ingrediente para el éxito de las empresas de la comunidad en el extranjero. Respecto a la evolución de la economía en Galicia, Cancelo señala que la demanda interna "hay que tratar de mejorarla" y que el envejecimiento poblacional "está teniendo impacto" en su estancamiento. En todo caso, se muestra confiada en que, según los salarios se recuperen, el mercado interno pasará a tener más peso en el PIB de la comunidad.

Que la economía gallega depende de lo que consiga vender a otros países mucho más de lo que depende el conjunto de España es un hecho. Esta circunstancia la hace más vulnerable a posibles cambios en la demanda del mercado exterior y revela cierta asimetría con un consumo interno aún retraído. Por otra parte, constata el éxito de los productos y los servicios gallegos fuera de la comunidad. "Desde la era industrial, el comercio exterior es un factor fundamental del desarrollo económico", destaca la profesora coruñesa. El comercio exterior no ha dejado de dispararse en Galicia en los últimos años.

Según la Contabilidad Nacional -que incluye bienes y servicios- el año pasado las empresas gallegas facturaron 32.300 millones de euros en ventas al exterior. El PIB en 2017 en la comunidad fue de 61.141 millones, por lo que la exportación representa algo más de cinco de cada diez euros que mueve la economía gallega. En España, las ventas de bienes y servicios al exterior en 2017 ascendieron a 396.725 millones de euros, en un contexto en el que el PIB alcanzó los 1.163.662 millones. Las exportaciones pesan, por tanto, algo más de tres de cada diez euros en la economía española.

La ventaja de Galicia sobre España en apertura al exterior es todavía más clara cuando se añaden las importaciones. En 2017 España importó bienes y servicios por valor de 365.693 millones. Es más de lo que exportó, por lo que registró un déficit en su balanza comercial, de 26.198,5 millones (un 2,25% de su PIB). La balanza comercial gallega, en cambio, arrojó un superávit de 2.454 millones de euros (un 4% del PIB), después de haber realizado importaciones por valor de 29.846 millones de euros.

Según los datos del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, en 2017 las exportaciones únicamente de mercancías fueron de 277.126 millones de euros en el conjunto del país (8,9% más que el año anterior), de los que 21.676 millones corresponden a Galicia (+8,2%). El peso de Galicia en las exportaciones de bienes de España es del 7,8%, muy por encima de la importancia que tiene la comunidad en la economía del país (el PIB gallego representa el 5,2% del español).

El peso de la exportación en el conjunto de la economía gallega es cada vez mayor. El pasado 31 de diciembre Galicia alcanzó su tercer récord exportador anual consecutivo. En tan solo ocho años, Galicia consiguió elevar sus ventas de bienes al exterior un 55,3%, desde los 13.957 millones de euros que facturó en 2009 a los más de 21.600 millones del año pasado.