La llegada de varios temporales a la Península Ibérica desde principios del mes pasado favoreció que la generación de energía eólica e hidráulica haya aumentado en las últimas semanas y que el precio del mix energéticomix -el conjunto de tecnologías utilizadas para cubrir la demanda, de las que la última en entrar en el sistema (más cara) marca el precio general por megavatio- se haya abaratado considerablemente respecto a principios de año. Un hecho que ha redundado en un descenso del recibo eléctrico y en la reducción al mínimo del recurso del operador del sistema -la firma semipública Red Eléctrica de España (REE)- al servicio de interrumpibilidad por motivos económicos. El sistema por el que las empresas electrointensivas como Alcoa suspenden o reducen su consumo de energía a cambio de incentivos económicos solo se aplicó una vez en el último mes porque salía más rentable y económico para la factura de los consumidores que dar entrada al sistema a tecnologías más caras. Fue el pasado día 24 de marzo a las 12.00 horas, cuando la gran industria española redujo su consumo en 480 megavatios. La anterior había sido el día 5 de ese mes, con 457 megavatios a las 12.00 horas.

En lo que va de año son ya 35 las veces -un corte cada tres días- y doce las jornadas en las que Red Eléctrica ordenó a la gran industria reducir o parar su actividad para favorecer un descenso en el recibo eléctrico de los usuarios, una medida que se aplicó con mayor intensidad en enero y febrero, meses en los que la sequía y la falta de viento en algunas jornadas provocaron un importante encarecimiento delo mix, según los datos publicados por el propio operador del sistema eléctrico.

El nuevo criterio para usar la interrumpibilidad por motivos económicos -que se empezó a aplicar este año con asiduidad- establece un mínimo (200 megavatios) y un máximo (500 MW) de potencia requerida en cada tramo de una hora y fija un sistema de turnos rotatorios entre las firmas adjudicatarias del servicio "como criterio de orden para requerir su activación". El fin último es que el trato dado a las distintas industrias sea homogéneo.

El día en que más ocasiones recurrió Red Eléctrica a este sistema fue el pasado 28 de febrero, cuando lo activó en ocho tramos horarios, hasta rozar los 4.000 megavatios en total. Un día antes, el 27 de febrero, aplicó la interrumpibilidad por motivos económicos cinco veces, hasta sumar casi 2.500 MW.

Precisamente, el Gobierno publicó el pasado sábado en el Boletín Oficial del Estado Boletín Oficial del Estadola orden que modifica las condiciones de la subasta de asignación del servicio de interrumpibilidad para el periodo junio-diciembre de este año con los cambios que ya planteaba su proyecto de orden y que publicó este diario: la eliminación de los bloques de mayor tamaño y mejor remunerados (de 90 MW, a los que aspiraba Alcoa), su sustitución por otros de 40 MW y la introducción de un requisito adicional a los pujadores para garantizar la prestación del servicio que consiste en no tener deudas con REE relacionadas con este asunto en los últimos cuatro años.

Los cambios en la subasta no gustan a la industria porque endurecen las condiciones, al elevar la competencia, y tampoco son de su agrado los altos índices de aplicación de la interrumpibilidad por causas económicas, que afectan a su producción. De hecho, la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía sostiene que algunas firmas sopesan no participar en la próxima puja al entender que no es rentable, según publicó ayer elperiodicodelaenergía.com.

Fuentes de Alcoa, sin embargo, indicaron que es "previsible" que la aluminera participe en la subasta y simplemente reivindicaron la importancia de "valorar" la alta disponibilidad de Alcoa para prestar el servicio y la necesidad de aumentar el número de bloques de mayor tamaño al pasar a ser de 40 MW.