El aislamiento de Galicia en el reparto de las rutas de ferrocarril para mercancías del futuro, con el corredor del Atlántico sin enlace a ninguno de los puertos de la comunidad, supone una amenaza que va mucho más allá de quedarse fuera del mapa del transporte europeo. "Si no sabemos lo que pasa en el mar, no sabremos lo que pasa en el comercio internacional", avisó Fernando González Laxe, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de A Coruña, en su ponencia sobre la situación en la que queda la comunidad durante la segunda jornada de la IX Reunión A Toxa del Foro Económico de Galicia organizada ayer. El 80% de las exportaciones mundiales se mueven en barco y el negocio exterior es fundamental en la economía gallega.

"Nos hemos quedado parados, estancados, ni tampoco planteamos una alternativa", reprocha el también expresidente de la Xunta, que contrapone "el lobby del corredor Mediterráneo, tratando de generar conocimiento para decir que es relevante".

Barcelona, Valencia, Gijón, Bilbao y Tarragona lideran en España el uso del ferrocarril desde los puertos. El 20% de las mercancías sale en tren. ¿En Galicia? "El uso es escasísimo, la utilización de las terminales son ridículas", lamentó Laxe, y señaló que Portugal "está dando pasos". MSC, tercera naviera del mundo, ha entrado en la gestión portuaria durante la liberalización del sector en el país y firmas de capital turco, que también desarrolla proyectos al otro lado del Atlántico, están haciéndose con las riendas de los operadores. "Hagamos los puertos baratos y en eso las tasas tienen mucho que ver", añadió Víctor Nogueira, presidente del grupo Nogar, que apela a buscar "fórmulas creativas" para potenciar el transporte ferroviario.

"No sé si es necesario crear un lobby o un impulso desde la administración", opina Miguel Rodríguez Bugarín, catedrático y exdirector xeral de Mobilidade, ante la posible revisión de la financiación de los corredores.