El operador del sistema eléctrico, la empresa semipública Red Eléctrica de España, empezó a activar este año la interrumpibilidad (el servicio por el que la gran industria se desconecta de la red cuando el sistema no logra atender la demanda a cambio de compensaciones económicas) por criterios económicos, cuando el recurso a este mecanismo supone un menor coste que dar entrada en el pool -el mercado mayorista de la electricidad- a energías más caras que inflan el recibo final. El informe de la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC) sobre los cambios planteados por el Gobierno de cara a la próxima subasta de la interrumpibilidad constata que la utilización de este mecanismo ha aumentado "en beneficio del sistema" y rebaja la factura de los consumidores.

El organismo que preside José María Marín Quemada explica que antes de la introducción de los criterios económicos la interrumpibilidad apenas se activaba, al haber pocas emergencias en la operación del sistema eléctrica, y que ahora se recurre a él con frecuencia. "Antes de la flexibilización de los parámetros, la activación del servicio solo se producía de forma ocasional (una o dos veces al año) por motivos de seguridad zonal. En el primer trimestre de 2018, el servicio se ha activado 35 horas, con un total de potencia interrumpida de 16.749 MW [megavatios], según consta en la información publicada por el operador del sistema", reza el documento de Competencia, aprobado por su consejo el pasado día 5 y publicado ayer en su web.