La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicó ayer su informe -como órgano consultivo- sobre la propuesta del Ministerio de Energía para modificar algunos aspectos de la subasta del servicio de interrumpibilidad entre grandes empresas como Alcoa y en él lamenta la tardanza del Gobierno en adaptar el sistema a las exigencias de Bruselas. El mecanismo por el que se reparten incentivos económicos entre las firmas electrointensivas dispuestas a reducir o suspender su consumo de energía cuando el sistema no logra atender la demanda precisa, remarca el organismo presidido por José María Marín Quemada en su dictamen, una reforma "con la mayor antelación posible" con la finalidad de "dar cumplimiento a las exigencias requeridas por la Unión Europea".

El documento critica que el Ejecutivo justificase antes de la última subasta de la interrumpibilidad que ésta tendría un periodo de entrega inferior a las anteriores -del 1 de enero al 31 de mayo, frente al año de duración de las precedentes- por "la necesidad de acometer una reforma en el servicio" adaptando su marco normativo tanto a la futura legislación energética europea como al informe sobre la investigación de las ayudas a la industria emitido por la Comisión Europea en noviembre de 2016. En ese periodo de cinco meses, argumentaba el Ministerio de Energía y recuerda la CNMC, pretendía acometer "los cambios necesarios para adaptar el servicio". "Se propone ahora la aplicación de un segundo periodo de entrega del producto interrumpible que abarca los siete meses restantes del año 2018 [del 1 de junio al 31 de diciembre], sin que durante el primer periodo de cinco meses se haya llevado a cabo la reforma del mecanismo de capacidad", reza el informe de Competencia, que "reitera" como en documentos anteriores esa necesidad de modificarlo con celeridad.

Sobre los cambios planteados en la puja, la Sala de Supervisión Regulatoria del organismo estima que la sustitución de los bloques de 90 megavatios (MW) -los mejor remunerados y a los que aspiraba Alcoa- por otros de 40 MW "podría ser insuficiente" para generar mayor competencia (argumento que da el Gobierno para el cambio) y plantea considerar alternativas como "permitir agregaciones de los proveedores de 5 MW", los bloques que salen a subasta de menor tamaño y peor remunerados.

Competencia critica además que Energía no aporta datos sobre la mayor competencia que implicará el cambio en la potencia de los lotes grandes. "No se aportan datos en la documentación que acompaña la propuesta sobre el potencial aumento de los puntos de suministro que pueden ofrecer el producto de 40 MW respecto a los actuales proveedores de 90 MW", apunta la entidad liderada por Marín Quemada, que añade: "Esta sala no dispone de información [sobre la variación en los posibles proveedores], no se puede hacer una evaluación del impacto que podría tener esa medida sobre las subastas".

En cuanto al nuevo requisito de que las empresas adjudicatarias del servicio no puedan tener deudas pendientes con el operador del sistema -la firma semipública Red Eléctrica de España- en relación con la prestación del servicio de interrumpibilidad en los cuatro años anteriores a la puja, la CNMC ve positiva esta medida, pero matiza: "Cabría plantearse que la limitación se vincule al sujeto titular de la instalación y no a la instalación, tal y como han propuesto algunos miembros del Consejo Consultivo" de Electricidad. La propuesta del Gobierno implica que si una fábrica (un proveedor del servicio, caso de la fábrica coruñesa de Alcoa) tiene deudas con Red Eléctrica, no podría participar en la subasta, pero la alternativa de Competencia implicaría que esa deuda vetaría a la empresa en su conjunto, a todas sus plantas (en el caso de Alcoa equivaldría a que la lucense de San Cibrao y la asturiana de Avilés tampoco pudiesen participar aunque estuviesen al corriente de pago).

La multinacional aluminera es una de las principales afectadas por los cambios introducidos por el Gobierno en la próxima subasta -prevista para mediados de mayo- al aumentar los aspirantes a los lotes mejor remunerados. Los responsables de Red Eléctrica aseguraron que el cambio de bloques de 90 MW a 40 MW "más que duplica la competencia".