Hace tiempo que el Gobierno venezolano tiene entre ceja y ceja a Banesco, primer banco privado del país. Y especialmente a su presidente y también máximo responsable de AbancaAbanca, Juan Carlos Escotet, al que amenazó en varias ocasiones con nacionalizar la entidad. Esta vez el golpe no se ha quedado en palabras o discursos grandilocuentes. El fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, ordenó la detención del primer ejecutivo de Banesco, el gallego Óscar Doval, y de 10 directivos másÓscar Doval del departamento de prevención contra la legitimación de capitales, acusados de "facilitar o encubrir ataques" contra la divisa del país, el bolívar, con la salida de papel moneda a otros países y especular con el precio del dólar en el mercado en el marco de la operación Manos de Papel iniciada el pasado abril. "El objetivo era destruir la moneda venezolana", cargó Saab durante su comparecencia en las últimas horas para anunciar los arrestos de estos 11 altos cargos de Banesco y otras 123 personas. Escotet se apuró a defender el cumplimiento "escrupuloso" de la legalidad y ha hecho un llamamiento "para que este problema se resuelva de la forma más ajustada a derecho".

La polémica pilló al banquero en Portugal. Desde allí tenía previsto viajar ayer a Venezuela para "dar la cara". "Me pongo a la orden del Gobierno para hacer cualquier tipo de declaración", aseguró en un vídeo colgado a última hora del día en su cuenta de la red social Twitter. Confía en que "los problemas" serán "aclarados" y que "esto no pasará de ser sencillamente otro mal momento que espero -dijo- que sea superado de la mejor forma".

La "gravedad de los hechos políticos" ha provocado que Juan Carlos Escotet comunicara ayer al consejo de administración de Abanca su abandono temporal de la presidencia no ejecutiva de la entidad gallega "con la finalidad de atender a los equipos de sus empresas sitas en Venezuela". Como marcan los estatutos, será el responsable de la Comisión de Nombramientos, el consejero independiente Eduardo Eraña Guerra, el que asuma la presidencia del consejo, "quedando así garantizado el normal funcionamiento de los órganos del banco" durante su ausencia, según recoge el hecho relevante remitido por Abanca a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Antes de marcharse, Escotet ha querido dar su versión de lo ocurrido. Desde el arranque de la investigación del régimen chavista, "fuimos especialmente cooperativos en toda la información que se nos solicitó", sobre todo respecto a las 900 cuentas, asegura, donde presuntamente se detectaron irregularidades. "Fuimos claros en que la mayoría de esas cuentas habían sido reportadas ya por nosotros e incluso bloqueadas y el resto no presentaban movimientos llamativos o que hicieran presumir alguna irregularidad", explica en su vídeo en Twitter.

El pasado miércoles Óscar Doval y el resto de los directivos arrestados -entre los que se encuentra un consultor jurídico de Banesco y el vicepresidente, Jesús Irauskin- acudieron "dentro de ese proceso de cooperación", sostiene Escotet, al supervisor del sector financiero de Venezuela y allí "se presentó una unidad" de la Dirección de Contrainteligencia Militar que "les invitó a declarar". De forma inesperada "fueron retenidos", confirma el presidente del grupo bancario.

"Estamos comprometidos a aclarar hasta las últimas consecuencias lo que sea necesario, hemos cumplido toda la normativa", subraya. De hecho, Juan Carlos Escotet insistió una y otra vez en que Banesco "siempre ha trabajado ajustado a derecho y cumpliendo con cada uno de los extremos legales, siendo escrupulosamente respetuosos con el marco legal". "Es -subrayó- una práctica corporativa, una forma de trabajo, una convicción, una manera de pensar".

El banquero venezolano de origen español recuerda que Banesco tiene en Venezuela una cuota de mercado del 24%, que gestiona más del 40% de los medios de pago y unos ocho millones de clientes. "Es natural que cuando pasan este tipo de cosas alguna operación puede presentarse en los bancos -justifica-. De lo que se trata es de que los bancos seamos proactivos, denunciemos y hagamos todo lo posible para evitar que ocurran".

Por eso considera que todo lo sucedido se ha tratado "de forma desproporcionada". El país, aunque él no lo menciona, está en plena campaña para las elecciones presidenciales convocadas para el próximo día 20. El presidente de Abanca y dueño de Banesco añade que recurrirá a "todas las instancias necesarias" para que los directivos venezolanos salgan en libertad lo antes posible. "No es admisible que se exponga nuestra institución, con un historial de buenas prácticas, seriedad y cumplimiento, de la forma en que ha sido expuesta", se queja. Con "la tranquilidad de espíritu" porque, reitera una vez más, "las cosas se han hecho de forma adecuada", Escotet se marcha "a socorrer a compañeros que están en un injusto y duro trance". "Creo en Venezuela. Voy a Venezuela a dar la cara", finaliza Escotet.