Aunque los jubilados son la mayor parte, el retiro por edad no es la única situación que lleva a vivir de una pensión. Es el caso también las personas que no pueden volver a trabajar debido a una enfermedad o un accidente. Cuando la cotización que han podido realizar es insuficiente, les corresponde una pensión mínima. Una persona incapacitada menor de 60 años y sin cónyuge puede cobrar unos 397 euros mensuales. Es caso del coruñés José Antonio López, pero la Seguridad Social le estuvo pagando 423 euros al año de menos desde 2009 -fecha en que se modificó la legislación para reconocer un complemento a mínimos a la personas con incapacidad permanente total menores de 60- hasta 2016, año en él que presentó una reclamación.

En el caso de López, la Administración lo achacó a un equívoco con su estado civil y le ingresó los atrasos. Sin embargo, el afectado no se dio por satisfecho y dedica buena parte de su tiempo libre a luchar para que la Administración informe de manera proactiva a todas la personas que puedan tener derecho a una pensión mínima. "La Seguridad Social no informa sobre las pensiones mínimas, requiere una solicitud expresa; en la oficina de Barrié de la Maza tiene que haber un cartel con las cantidades y no lo hay", denuncia López. Ha presentado numerosas reclamaciones.

Este pensionista insta a cualquier persona que cobre una paga baja a comprobar su situación. Él mismo ha animado a varios conocidos a revisarla y, según explica, se ha encontrado casos en los que a la persona le correspondía cobrar más, pero "hay gente que no quiere reclamar porque tiene miedo a que le quiten lo que tiene", lamenta.