En noviembre de 2013 el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó rebajar el precio de todos los electrodomésticos. "Yo he ordenado sacar los productos a la venta del pueblo a precio justo. ¡Que no quede nada en los anaqueles [estantes]!", exhortó entonces el sucesor de Hugo Chávez. La maniobra se conoció popularmente como Dakazo (por Daka, la cadena más afectada por desabastecimiento y saqueos). Las elecciones municipales serían unos días después, el 8 de diciembre; un año más tarde repitió jugada con el precio de los juguetes. Y Maduro afronta ahora otros comicios en los que tratará de revalidar su cargo y la hegemonía del chavismo, que se celebrarán el próximo día 20. Quince días después de intervenir Banesco, con escasez de efectivo y con una inflación interanual del 80%. "Va a ser importante lo que pase en las elecciones", exponen fuentes financieras, que mencionan al banco presidido por Juan Carlos Escotet (accionista principal de Abanca) como un nuevo caso Daka.

Lo ha subrayado también el presidente de la mayor confederación empresarial de Venezuela, Carlos Larrazábal. "Pareciera que lo que busca el Gobierno nacional es culpabilizar de la crisis a la supuesta guerra económica", aseveró. "Pero tocar al sector bancario, a un banco tan importante como Banesco, que tiene el 40% de las transacciones del país, nos parece muy preocupante. Es una decisión que está creando zozobra y angustia en la población", agregó ayer el líder de Fedecámaras. En un comunicado remitido por la misma federación empresarial, ésta descartó la participación de Banesco en la profunda deriva económica del país: "La escasez de efectivo, el dólar paralelo, la hiperinflación... son consecuencias exclusivas de un modelo económico, no de las acciones de la banca". De momento desde la entidad financiera optaron por guardar silencio mientras los once directivos seguían ayer detenidos en La Planta (los varones, entre ellos el gallego Óscar Doval, presidente ejecutivo de Banesco) y el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF). Desde el entorno del banco confiaron en que la intervención "se resuelva mucho antes de en 90 días", el plazo fijado por el Palacio de Miraflores. Escotet sigue en Caracas "trabajando" para restituir la normalidad a la entidad en medio de infinidad de rumores sobre el trato dispensado por los funcionarios chavistas a los detenidos.

Un "plan"

En un acto electoral en Fuerte Tiuna (Caracas), el máximo mandatario de Venezuela defendió su decisión de intervenir el mayor banco privado del país, a cuyos directivos acusó de saqueo. "Me tocó tomar una decisión necesaria de intervenir el Banco Banesco, una intervención de puertas abiertas", exclamó al tiempo que pedía una participación "masiva" en los comicios del día 20. "Tengo un plan radical, muy radical contra las mafias financieras. Estamos en una campaña electoral, y en plena campaña electoral la guerra se vuelve más terrible", añadió. Aunque la oposición ha alertado que el sistema bancario no está preparado, Maduro mantiene la intención de sacar a la calle el 4 de junio el "nuevo cono monetario", que ha denominado bolívar soberano, con el que restará tres ceros al valor de los actuales billetes en circulación. "Los billetes que se llevaron del país se le quedan en las manos y la operación Manos de Papel [bajo la que han detenido a 250 personas, entre ellas parte de la cúpula de Banesco] se transforma en manos quemadas".