Los bancos sondeados para adquirir el Popular, entidad dueña también del gallego Pastor, durante el proceso de venta privada abierto hace un año por la propia entidad cifraron entre 6.000 y 11.000 millones de euros el déficit de provisiones que presentaba el banco para cubrir sus activos tóxicos en balance, según informaron a Europa Press fuentes próximas al antiguo equipo gestor.

Bankia estimaba que el déficit de provisiones rondaba los 6.000 millones, cifra inferior a la estimación de Santander, que fue de 7.000 millones, pero muy alejada aún de los cálculos del Sabadell, que lo elevaba a 11.000 millones. Los gestores del Popular, por su parte, estimaban que esa cifra era menor y no sobrepasaba los 5.000 millones.

En todo caso, todas las entidades que mostraron interés otorgaban al Popular una valoración negativa, principalmente debido al potencial coste que acarrearían las previsibles demandas contra el banco por la ampliación de capital lanzada en mayo de 2016.

En mayo del año pasado, y de forma paralela al estudio de una posible ampliación de capital, el banco puso en marcha una operación para su propia venta con el apoyo de JP Morgan.