No hay nada como una campaña electoral para arrancar promesas y pocas cosas más temidas para un político que la foto de un acto electoral reventado con protestas. Los cooperativistas del ofimático se hicieron notar durante la campaña de 2011. Su objetivo, el PP, puesto que era el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo el responsable de adjudicar las parcelas. La presión surtió efecto y ahora ya ven cómo los edificios comienzan a ser construidos. Tal día como hoy, sexto día de campaña, Carlos Negreira, como candidato popular, se limitaba a prometer que la Xunta "intentaría" que, en cuanto el Ayuntamiento inscribiese las parcelas en el registro, se otorgasen las fincas del polígono.

"Necesitamos un compromiso", exigía de brazos cruzados uno de los cooperativistas que se presentaron en la carpa electoral del Partido Popular ubicada en la plaza Padre Rubinos de Os Mallos, solo unos días después de que llevasen su propuesta a un mitin en el Coliseum. No hubo una respuesta concreta por parte de Carlos Negreira. Ni siquiera a una pregunta concreta, espetada después de varias verónicas del futuro alcalde: "¿Ha conseguido el compromiso de Feijóo de que las parcelas serán adjudicadas una vez estén registradas?".

Negreira intentó hacer un trueque de compromiso por la esperanza, que no convenció totalmente. "Yo tengo el compromiso de intentar que eso sea así. Ojalá", dijo el candidato popular para después atacar al Gobierno local. Así, a las preguntas de los cooperativistas sobre una responsabilidad concreta del Partido Popular el aspirante insistía en su promesa de sentar a ambas administraciones, autonómica y municipal, para buscar una solución al polígono urbanístico, denunciaba la lentitud de la inscripción en el registro de las parcelas que debía hacer el Concello.

Aquel día Negreira prometió abrir una oficina de asesoramiento para la instalación de ascensores en los edificios que no los tienen, sí abierta, y reordenar el tráfico de la ronda de Outeiro con glorietas en lugar de semáforos, algo que ha quedado pendiente.