La atracción que genera el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, entre sus seguidores está más que demostrada. Sucedió en el Agra do Orzán hace unas semanas y se repitió ayer en la plaza de España. Sánchez repartió besos a tutiplén. Ese momento en el que uno se acerca a besar suele ser mortal cuando queda inmortalizado en una fotografía como la de arriba, que traslada incluso más fervor en el líder socialista que en la simpatizante que va a ser besada. Pero después de la campaña todos los políticos darán menos besos.