El escrutinio se paró en las puerta del 95%, con 104 votos de diferencia entre las dos listas más votadas, la de la Marea Atlántica y la del PP. No llegaba al 100%, que era la cifra que se había marcado el candidato a alcalde, Xulio Ferreiro, para salir a evaluar los resultados. Pero no esperó tanto y a las 23.10 horas Ferreiro llegó a la sede de Marea Atlántica, recibido con gritos de "alcalde, alcalde" entre los cientos de personas que habían llegado desde los colegios electorales, desde sus casas y negocios.

Ferreiro, camisa de cuadros y puño en alto, aseguró que Marea Atlántica, estaba "en condiciones de gobernar" la ciudad, de poner "a la gente a la cabeza del ciclo político", y de iniciar un "tiempo nuevo", en el que el Gobierno municipal no lo dirijan "diez personas", sino que sean "todos los vecinos", los que se encarguen de tomar las riendas del futuro que quieren para el lugar en el que viven.

"La gente de A Coruña le ha encomendado a Marea Atlántica liderar el nuevo gobierno de esta ciudad. Un gobierno que será responsable, para la mayoría, participativo, que será abierto, transparente, que tendrá sus prioridades claras. Las personas, primero", explicó ayer Xulio Ferreiro, que prometió "dirigir la ciudad como lo hace todo la Marea", con "sentidiño" y con las manos.

"Estamos ante un momento histórico, para empezar a gobernar esta ciudad de una manera diferente y lo vamos a hacer como lo hicimos hasta ahora todo en Marea Atlántica, con nuestras manos", dijo Ferreiro, y ahí, los nervios de la tarde, los dedos cansados de darle a la tecla del F5 para refrescar el escrutinio, se levantaron y se dejaron ver junto a las de Ferreiro. Y, otra vez, en un discurso que apenas duró cinco minutos, los seguidores de Marea Atlántica interrumpieron a su candidato con gritos de "Hai Marea, hai Marea" y con aplausos.

"Esas manos que nos trajeron hasta aquí, esas manos que comenzaron la Marea Atlántica y que se unieron en su recorrido y que hoy llenaron las urnas de A Coruña con sus votos", dijo Ferreiro, que, durante toda la campaña electoral, no dejó de recordar ni un día el esfuerzo de los que se esconden tras el círculo azul y las letras blancas y que hacen que se mueva la maquinaria del partido llamado a gobernar María Pita durante los próximos cuatro años.

Y les dio las gracias, a los que "tanto hicieron y tanto harán por la ciudad de A Coruña" y las voces de las manos de Marea Atlántica le gritaron "alcalde, alcalde".

"Esto es vuestro", repitió en varias ocasiones Ferreiro y recordó que lo que vaya a venir después, también será de "todos y de todas", de los que se unieron para crear una candidatura ciudadana.

Hace diez meses empezó el proyecto, en una reunión en la explanada de las Esclavas, con el escritor Manuel Rivas como cabeza visible, un grupo de vecinos se preguntó si era posible crear un partido asentado en los posos que habían dejado las marchas ciudadanas, los movimientos sociales y las luchas nacidas en la calle. Y se contestaron a sí mismos que sí, que era posible integrar en una misma candidatura varias siglas, dejando a un lado las diferencias y apostando por lo que les unía.

"Ganar es solo el principio. El reto de verdad comienza ahora, lo que hicimos para llegar aquí no fue fácil, lo que tenemos por delante tampoco lo será, pero entre todos y todas, con nuestras manos, hay y habrá Marea", finalizó su primer discurso como cabeza de la lista más votada -con casi el 95% del escrutinio realizado-.

"A celebrarlo,", dijo Ferreiro y una de las mareantas le contestó: "A María Pita" y hubo aplausos, puños levantados, un perro invitado a este primer discurso tras el recuento de las papeletas, y alguna que otra lágrima que se escapaba por la cara de la número 2 de la candidatura, Rocío Fraga.

Y es que, el que más el que menos, se olía ya la victoria, no tanto a primera hora de la tarde, pero sí cuando iban llegado los apoderados con sus actas en la mano y la sonrisa grabada en la cara. "Ganamos en Federico Tapia, increíble, que es el centro", le decía ayer un joven visiblemente emocionado a otro, en la calle Marqués de Pontejos que, para entonces, había ampliado la terraza del único bar que estaba abierto hasta la acera. Poco a poco, el gentío se fue haciendo mayor y, hasta la sede de marea llegó Manuel Rivas, con su buguina.

Y los gritos de "Hai Marea" se hacían cada vez más intensos, sobre todos, cuando la televisión abría la ventana para mostrar cómo les había ido a otras candidaturas ciudadanas en su lucha por las urnas. Como en las grandes ocasiones, hubo vasos de cava y brindis y a algunos de los que celebraban se les venía a la cabeza aquel octubre de 1982, cuando su papeleta hizo que el socialista Felipe González ganase las elecciones generales.

"Participamos en la Marea Atlántica porque nos va la vida en esto y porque queremos más democracia", dijo el coordinador de campaña, Iago Martínez, en la valoración de la formación sobre la participación de los coruñeses en las elecciones, que fue superior al 60% de los llamados a votar.