La nueva convocatoria de elecciones generales está trayendo consigo una serie de rectificaciones en los discursos de los partidos políticos. El desgaste ocasionado, tras meses de infructuosas negociaciones, pasa factura y los interrogantes sobre cómo afrontar la nueva campaña electoral están sobre la mesa.

Los políticos son expertos en hacer promesas que luego caen por su propio peso. El conocido refrán de "donde dije digo, digo Diego" les viene como anillo al dedo a los dirigentes de este país. Lo que en un momento fueron exigencias, se convierten en condiciones. Lo mismo ocurre con lo que era irrenunciable, que pasa a ser negociable. Éste es el resultado de la buscada política de pactos que ha intentado la política española tras el escenario resultante en el 20-D.

Contradicciones, rectificaciones y desgaste político que vamos a analizar en las siguientes frases. Los meses de negociaciones para intentar formar gobierno sin éxito han dado lugar a una nueva precampaña electoral, de cara a la repetición de elecciones generales el próximo 26 de junio.

Contradicciones

Mariano Rajoy

El líder del PP se ha caracterizado en los últimos meses por adquirir un segundo plano en las negociaciones para lograr la investidura. Mariano Rajoy decidió dar un paso atrás cuando anunció que renunciaba a presentarse a la investidura, aunque anteriormente había asegurado que iba a intentarlo.

LO QUE DIJO: "No voy a renunciar a la investidura".

CONTRADICCIÓN: "No voy a presentarme a la investidura porque no tengo los apoyos necesarios para formar gobierno".

Pedro Sánchez

El dirigente socialista ha concurrido en diversas contradicciones, fruto de negociaciones con diversas formaciones para conseguir el ansiado "gobierno del cambio".

LO QUE DIJO: "Podemos es una formación populista".

CONTRADICCIÓN: "El populismo de Podemos ha evolucionado hacia una izquierda modulada".

Pablo Iglesias

Lo que eran líneas rojas de Podemos durante la campaña electoral y las primeras negociaciones, se convirtieron en cesiones y renuncias posteriores para intentar formar gobierno.

LO QUE DIJO: "Por supuesto que el referéndum en Cataluña es una línea roja para nosotros".

CONTRADICCIÓN: "Podemos hablar con todo el mundo y de todo".

Albert Rivera

El pacto de Ciudadanos con el PSOE hizo que Albert Rivera tuviera que comerse sus palabras.

LO QUE DIJO: "No vamos a apoyar a Sánchez ni a Rajoy".

CONTRADICCIÓN: Su ´sí´ a la investidura de Pedro Sánchez durante el primer debate de investidura.

Rectificaciones

Todos estos dimes y diretes han sido analizados con lupa y han dado lugar a rectificaciones por parte de los políticos. Los principales líderes se han visto obligados a cambiar sus estrategias y entonar el ´mea culpa´ o realizar gestos de apertura o cambio.

Estos son los casos de Mariano Rajoy en sus relaciones con Cataluña. Si hace unos meses el Jefe del Gobierno se negaba a recibir a su homólogo catalán, hace unas semanas pudimos verle recibiendo a Carles Puigdemont en La Moncloa.

La rectificación más sonada de los últimos días, y que hemos podido escuchar tras la nueva convocatoria de elecciones, es la de Pedro Sánchez por sus acusaciones a Rajoy durante el debate electoral. El líder del PSOE se arrepiente de haber llamado "indecente" al presidente del Gobierno.

Otra de las rectificaciones que más dará que hablar será el pacto entre Podemos e Izquierda Unida, si éste llega a buen puerto. Si de cara al 20-D éste quedó en agua de borrajas, parece que puede ser una realidad con motivo de las nuevas elecciones. Las relaciones entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón se han suavizado y ambos están en el punto de mira.

Ciudadanos ha empezado también a rectificar, de cara a la nueva campaña electoral. El pacto con el PSOE, que era un elemento irrenunciable durante las negociaciones para formar gobierno, se ha dado por "agotado" ante la nueva convocatoria electoral.

Desgaste político

Seis meses después del 20-D, España se ve inmersa en un nuevo proceso electoral. La incapacidad de los principales líderes políticos para formar gobierno es un fracaso para todos y está pasando factura a los dirigentes. Los partidos políticos se afanan ya en enmendar sus errores y buscar nuevas vías.

En el PP el principal fruto del desgaste es el propio Mariano Rajoy. La figura del líder popular está en el objetivo y su continuidad es, incluso, cuestionada dentro del partido. Su papel secundario durante estos meses hace pensar a muchos que el PP le podría estar buscando un sustituto como candidato al 26-J.

Desde las filas socialistas, el principal escollo para Pedro Sánchez es la posición dominante de sus ´barones´. Son muchas las voces que culpan a la élite del partido de impedir los pactos para conseguir echar a Mariano Rajoy de Moncloa.

Los problemas en Podemos parecen estar también en el seno de la formación. Las discrepancias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón han dado mucho que hablar y serán seguidas con lupa, de cara a la nueva campaña electoral.

Por último, en Ciudadanos el miedo está en el posible trasvase de votos desde la formación de centro hacia el PP. Esta fuga podría venir propiciada por su pacto con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez.