El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha acusado hoy a Podemos y Ciudadanos de ser los responsables de impedir la regeneración porque con sus vetos cruzados lo único que consiguen es bloqueo, parálisis y enquistamiento de los problemas.

Sánchez ha lanzado estos reproches contra Podemos y Ciudadanos en medio de la ronda de contactos que ha iniciado está semana con los dirigentes de otros partidos en búsqueda de una solución para el desbloqueo, pero dejando claro que él no se postula como candidato a la investidura.

De momento, no ha habido ningún avance en esas conversaciones y todo indica que habrá que esperar a las elecciones gallegas y vascas que se celebrarán el próximo 25 de septiembre para comprobar si el resultado de las mismas puede influir en las negociaciones para la Presidencia del Gobierno.

Al respecto, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha confiado en que el resultado de las elecciones en Galicia y el País Vasco sirva para que "algunos" reflexionen y permitan que se desbloquee la situación del país y se ponga en marcha un Ejecutivo.

"Está visto que el hecho de que no haya gobierno a algunos no les mueve. Si el resultado de estas elecciones les mueve a desbloquear la situación y a evitar unas terceras elecciones, bienvenido sea", ha subrayado.

Al margen de elecciones, ha hecho hincapié en que "este país necesita un gobierno", porque está situación puede causar un daño económico y se está perjudicando a la democracia.

En ese contexto, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha advertido de que la actitud de Sánchez provocará que, si no se puede presentar a Bruselas una senda de déficit y aprobarla en el Parlamento, España será sancionada y verá bloqueados sus fondos estructurales.

Sánchez, sin embargo, ha ratificado hoy que nunca va a facilitar un gobierno presidido por Mariano Rajoy. En su opinión, las "nuevas mentiras del caso Soria" muestran que España necesita un gobierno regeneracionista, que dialogue y que fortalezca con su ejemplaridad "la actual debilidad democrática".

Si el líder del PSOE ha criticado la actitud de Podemos y Ciudadanos, el presidente de este partido, Albert Rivera, le ha reprochado a él que, en su ronda de contactos, se reúna con partidos independentistas como Convergencia.

Y le ha advertido de que no piense contar con Ciudadanos para participar de "carambolas, batiburrillos y ocurrencias".

También ha insistido en considerar "inviable" un gobierno en minoría liderado por Sánchez porque sería "profundamente débil".

La opción por la que ha apostado es una mesa a tres con PP, PSOE y Ciudadanos que desemboque en un gobierno "constitucionalista fuerte" sobre la base del centenar de reformas que su partido ha acordado por separado con socialistas y populares.

Rivera ha confiado en que el PSOE "reflexione" y acepte negociar con el PP después de las elecciones gallegas y vascas.

Por su parte, el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, ha instado a Sánchez a que decida entre Ciudadanos o los nacionalistas para recabar los apoyos necesarios que posibiliten un gobierno liderado por el PSOE junto a Podemos.

Ante los contactos de Sánchez con otros partidos, el presidente de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, ha considerado que "hablar hay que hablar con todo el mundo", pero "una cosa es hablar y otra negociar".

"No vamos a aceptar que se entre a negociar con quienes quieren romper este país o quienes hacen todo lo contrario de lo que va en el ADN del PSOE, que es un país plural e incluyente, donde la unidad de España no se ponga en duda en ningún momento", ha advertido.

Vara, que ha reconocido que la última vez que habló con el secretario general de su partido fue hace dos meses, ha insistido en su idea de evitar unas terceras elecciones porque serían "una absoluta tomadura de pelo a la ciudadanía", y en la necesidad de que el Comité Federal socialista debata la situación.