Se le notó su profesión en muchos momentos del debate, sobre todo cuando dirigió a Feijóo flechas venenosas con investigaciones no concluidas o casos de corrupción en el partido. El candidato de En Marea, que inició su turno de palabra presentándose, combinó la enumeración de las medidas que tiene preparadas su formación con reproches a lagestión de Núñez Feijóo en ocho años. Y enumeró la batería de propuestas en el tiempo estipulado.

Fue el primero en romper la calma, al exponer que buscarán una ley de acuicultura consensuada. Un poco incómodo y con una velocidad de locución elevada para el tono habitual en un debate político, Villares buscó con la mirada a sus rivales y con Feijóo hubo varios momentos de enroque dialéctico, con diálogos cruzados.

Insistió en que su partido es el partido de las mayorías sociales, expresó que pactará con los que defiendan la participación, la transparencia y la democracia y no con "los que no les importa el sufrimiento de la gente".