Los candidatos a la Xunta de PSdeG, BNG y En Marea han mantenido hoy un debate radiofónico en la Cadena Ser con el representante del PPdeG, Pedro Puy, quien ha incidido en la división que su grupo ve entre la oposición mientras que ésta denunció la ausencia de Alberto Núñez Feijóo en el espacio.

Así pues, Puy ha hecho múltiples invitaciones durante el discurso del programa al nombramiento de un candidato consensuado por la oposición para debatir con Núñez Feijóo en más espacios, a lo que el resto de partidos se ha negado por completo a la vez que ligaban la no comparecencia del mandatario autonómico a múltiples motivos.

El aspirante socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, ha considerado que Núñez Feijóo no ha participado en el debate porque "quiere proteger su carrera en España" y está temeroso de los formatos con difusión nacional, mientras que la representante del BNG, Ana Pontón, ha advertido a los ciudadanos españoles de que el jefe del Ejecutivo gallego en funciones es "bueno solo en la propaganda".

La líder nacionalista, más taimada en sus intervenciones que el resto de portavoces de la oposición, ha apuntado, no obstante, que Núñez Feijóo "no se atreve a venir porque perdió" el debate del otro día en la televisión pública gallega.

El candidato de En Marea, Luis Villares, quien se ha mostrado muy crítico con la labor del PP y ha interrumpido en numerosas ocasiones a su orador para discutirle ciertas afirmaciones, se ha preguntado "qué verdades esconde" la ausencia de su líder gallego, y ha incidido varias veces en los numerosos casos de corrupción en los que están involucrados los populares a nivel estatal.

Ese ha sido otro de los bloques temáticos del debate, en el que la oposición ha exigido de forma unánime la cabeza del presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, cuya presunción de inocencia, ante esta reacción, ha sido defendida por Puy, que ha justificado que este tipo de acusaciones son "uno de los motivos de la degeneración de la clase política" al no respetar las garantías procesales.

Leiceaga ha llegado a decirle al portavoz popular que "Feijóo quiere los votos de Baltar" en la provincia de Ourense y que por eso lo mantiene en el cargo, además de aprovechar su intervención, como a lo largo de todo el debate, para introducir fragmentos de su programa electoral.

En este sentido, también Puy ha hecho gala de las distintas medidas tomadas por el Gobierno gallego para combatir la corrupción, y ha señalado especialmente al refuerzo de ciertas instituciones, como el Consello de Contas, para dotarlas de más instrumentos en este sentido.

Estas explicaciones no han convencido tampoco a Ana Pontón, quien ha sostenido que el Partido Popular "no solo tiene su financiación en B, sino que también tiene su lucha contra la corrupción en B", al citar a diversos involucrados como Baltar (Manuel) o Barberá (Rita).

Por su parte, Villares ha expuesto los gobiernos municipales de las mareas como la garantía de regeneración institucional de la alternativa que él encabeza.

En materia económica, el representante del PPdeG ha tratado de mostrar, entre las interrupciones para discutir los datos de la oposición, las cifras positivas derivadas de las dos legislaturas bajo el mandato de Núñez Feijóo, de quien ha dicho que "ha cumplido su compromiso con Galicia".

Puy ha destacado además la aprobación, en medio de una crisis global -ha abundado-, de la agenda social única de Galicia, que regirá durante los próximos la aplicación de este tipo de servicios en el territorio gallego.

Por el contrario, la oposición en bloque ha coincidido en señalar que, tras casi ocho años con Núñez Feijóo en el poder, los servicios públicos en la Comunidad son más débiles y el empleo es de peor calidad.

El debate ha dado cabida a otras cuestiones de índole programática, como el autogobierno de Galicia, donde En Marea ha reivindicado un proyecto autonomista "a partir del marco competencial actual", lo que deja al BNG como el único partido rupturista con el actual modelo territorial.

Otro tema que los partidos también han analizado es la posibilidad de pactos tras el resultado electoral del próximo 25 de septiembre, algo a lo cual En Marea y PSdeG se han mostrado proclives, aun con diferencias.

"Tenemos que ponernos de acuerdo", ha manifestado Leiceaga, cuyo guante tendido ha sido recogido por Villares, quien ha dicho tener claro quiénes son "amigos" y quiénes "enemigos", lo que garantiza la posibilidad de un "proyecto político alternativo" tras la cita electoral.

El dirigente del PP, por su parte, ha puesto en duda la posibilidad de articular un gobierno estable a partir de este tipo de pactos cuando en la oposición no son capaces ni de designar a una única persona para debatir con Núñez Feijóo.