"Por donde pasa, no crece la hierba". Así era definido Atila, el conquistador de los hunos que tomó gran parte de Asia y llegó a sitiar Constantinopla, y cuya fiereza ha sido elegida por Luís Villares, candidato de En Marea, para definir a su gran rival político, Alberto Núñez Feijóo, que opta a ser elegido por tercera vez presidente de la Xunta tras las elecciones del día 25. "Atila Feijóo" ha segado la hierba del bienestar social a base de recortes, alegó el magistrado en excedencia citando como ejemplos la investigación judicial a cargos de la Xunta por denegar medicamentos contra la hepatitis C o la falta de apoyo a los dependientes que esperan la atención legal a que tienen derecho y que se ralentizó por la crisis.

En el ecuador de la campaña electoral, Villares parece haber calentado ya el discurso y ha decidido elevar el tono, dejando hueco para las propuestas, como el plan de empleo rural al que se refirió ayer en un mitin en Vimianzo o al impulso de una industria láctea para transformar el producto y darle mayor valor añadido. Allí, dejó dos referencias. La primera, al debate televisivo en TVE en el que Feijóo solo participará contra un líder de la oposición "multipartita". Le afeó su "cobardía", aunque ironizó con su "coherencia" por no saber que los comicios son legislativos para que luego los 75 diputados del Parlamento elijan presidente del Ejecutivo. "Tampoco sabía que Marcial Dorado era narcotraficante o que Baltar es un acosador", espetó. Anunció que acudirá a todos los debates a que lo inviten y también le pidió un cara a cara con Feijóo, aunque ello excluiría a otras fuerzas, precisamente lo que le criticó al candidato popular.

La otra referencia fue precisamente a la vida política de Vimianzo, donde trazó un paralelismo que explicase la unidad popular de la izquierda. "En Vimianzo era necesario comprometerse para derribar una gran fortaleza y asaltar las instituciones", indicó en alusión a Manuel Antelo, el regidor que logró acabar con 24 años de un histórico del PSdeG en la Alcaldía, pero que también dejó el BNG para unirse al barco de En Marea.

En una Casa da Cultura llena, Villares estuvo acompañado precisamente de la pluralidad del nuevo partido, con Antelo, Antón Sánchez -número 1 por A Coruña y de Anova-, y Magdalena Barahona y Luca Chao, integrantes de familias enfrentadas de Podemos Galicia.

Sánchez expuso la explotación del cercano Xallas por parte del empresario Villar Mir para ilustrar los "gobiernos contra la mayoría" del PP, mientras Antelo recordó la falta de conclusión a la autovía da Costa da Morte prometida tras la catástrofe del Prestige y que finalmente solo llega a Berdoias. "Nos dejaron una navajada", recuperó la crítica a la AP-9 de los años 80 en alusión a las obras de una parte del trazado.