La cúpula de Ciudadanos desembarcaron de nuevo en Galicia a echar el resto. Sonríen a las encuestas. La "mayoría", destaca su presidente, Albert Rivera, le dan ese papel de "decisivos" por el que batallan hasta el domingo. Y si es así, asegura el líder de la formación naranja, "vais a tener que empezar a negociar desde el primer día". "Si nosotros somos decisivos, en menos de un mes habrá gobierno en Galicia y se pondrá en marcha", avanzaba ayer en uno de los principales actos de la carrera del 25-S del partido en la céntrica Praza de Praterías, con el diputado Juan Carlos Girauta y su candidata a jefa del Ejecutivo autonómico, Cristina Losada. En Ciudadanos hablan de tres líneas para ese supuesto diálogo con el PP gallego: la "recuperación de la clase media y trabajadora", la "regeneración democrática" con un pacto anticorrupción como el suscrito en otras comunidades y "la unión y la igualdad de todos los gallegos". "Nuestro voto va a servir para que no se divida la sociedad gallega en bandos porque aquí algunos quieren dividirla en rojos y azules o en gallegos y el resto de españoles", se quejó, justo antes de reivindicar que, además de tener un proyecto par Galicia, Ciudadanos también lo tiene para España y Europa.

En sus referencias al escenario nacional, Rivera arremetió contra Pablo Iglesias, por su defensa de los referéndum de independencia. Algo que, asegura, no se puede debatir aquí, en el País Vasco o Cataluña. De ahí su apuesta por "poner una pica en Flandes", por que Ciudadanos consiga entrar en el Parlamento gallego y, a partir de ahí, seguir la estela de la formación naranja en Cataluña.