A tres días de las elecciones autonómicas, el candidato socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, dispara los últimos cartuchos y los dirige a sus rivales políticos para intentar salvar a su partido, con más de 100 años de historia, capaz de dar estabilidad allí donde gobierna con otras fuerzas, poniendo como ejemplos a varias comunidades socialistas o al actual gobierno de Lugo. ¿El objetivo? Convertir al Partido Socialista en diana de los indecisos. Y llama también a los votantes "de buena fe del PP, que tienen que estar asqueados de su partido", en alusión a los casos de corrupción. Y Leiceaga sacó directamente el tema de las fotos de Feijóo con un narcotraficante para censurar su "indecencia política".

"Yo no quiero vivir en un país donde un presidente sea capaz de tener este comportamiento", disparó Leiceaga, y completó el tiro expresando que la comunidad no merece algo así. Para hacer un llamamiento a los "desencantados" del PP, "descontentos" también con los recortes, recordó que el partido tiene a "buena parte de la cúpula directiva en casos de corrupción". Ante este escenario, para marcar terreno, en el teatro Pastor Díaz de Viveiro, expresó que el PSdeG ofrece una alternativa "creíble, segura, moderada y razonable".

También cargó Leiceaga ayer contra Podemos, en este caso, pronunciando por primera vez el nombre de esta fuerza y tras las flechas lanzadas en las últimas jornadas tanto en el seno de esta formación como posteriormente por parte del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. "Hay otros que tienen buenos propósitos", expresó, para añadir, en contraposición, que no han sido capaces de formar un gobierno alternativo al del PP. "Votar a esos partidos no fue útil", expresó, refiriéndose al panorama nacional, con la situación bloqueada. Por ello, instó también a los "desencantados" por apostar por esta formación a votar PSdeG, a la vista de que "no permitió una alternativa a las desigualdades creadas por el PP". Expresó que si votan al PSdeG no habrán "desperdiciado" la papeleta". El candidato socialista garantizó un "gobierno estable" si el PP gallego pierde la mayoría absoluta, porque sabe "en qué ceder" y en qué no pactar.

En la recta final de campaña, otro expresidente de la Xunta, socialista, Fernando González Laxe, tras la presentación formal el lunes en Compostela por parte de Emilio Pérez Touriño, ha recalcado su apoyo a Leiceaga. Lo describió como un buen candidato y una persona que reúne las características que ha de tener un buen gobierno: "claridad de ideas, altura de miras, sentido de la realidad, pegado al terreno, con capacidad de acuerdo y facilidad de comunicación". También lanzó un guiño, el profesor y expresidente presente en el acto matinal de A Coruña con agentes sociales de la ciudad, economista al igual que Leiceaga y Touriño, a la preferencia por el PSdeG para liderar un posible cambio. Y lo hizo aludiendo a la alternancia de partidos en la historia de la comunidad: "popular-socialista". Fue más allá, proclamando que en política es buena la emoción, los retos, "no las improvisaciones ni jugar al corto plazo", en mensaje indirecto a En Marea.

En el último acto del día en Lugo, arropado por la alcaldesa, Lara Méndez (que apuntó que Galicia "no está para experimentos"), y con más de 300 simpatizantes en la Plaza de Santa María, Leiceaga sacó pecho y llamó a la movilización: "si vamos todos juntos somos mucho más fuertes". Y advirtió: "si nos quedamos en casa Feijóo podrá quedarse cuatro años más y eso sería letal para todos los sectores: desde el naval, al ganadero, el empleo...".

Reprochó a su rival popular "mirar para otro lado en sectores con problemas". También tuvo palabras críticas tras conocer el expediente al PP en Ourense por "anuncios y actos" no permitidos en campaña electoral. "Que no incumplan las normas democráticas; no nos vamos a dejar vender, los gallegos somos un pueblo maduro", expresó. "No vamos a permitir que tuerzan la voluntad mayoritaria de cambio", concluyó. Hoy es el último día de campaña en la carrera hacia el 25-S y el acto de cierre del PSdeG será en Santiago.