"Seguir trabajando". Eso es lo que reclamó ayer el candidato del PP a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que apeló a dar continuidad a sus políticas para que "Galicia no se pare" y "no se frene la recuperación económica". En el cierre de campaña, en el Teatro Afundación de Vigo, el cabeza de cartel de los populares exhibió su gestión durante los últimos ocho años. Hizo un pormenorizado repaso de todas las medidas adoptadas por su gobierno para terminar proclamando que no se conforma. "Lo importante no es lo que hicimos, sino lo que queda por hacer", explicó.

Por esa razón, instó a los gallegos a que mañana "unan sus fuerzas". "Para hacer lo que queda por hacer", apostilló ante casi el millar de personas que acudieron a su último mitin, donde estuvo acompañado del presidente del PP, Mariano Rajoy, que eligió Galicia para cerrar la campaña al igual que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera, lo que revela la importancia que los comicios gallegos tienen para las fuerzas estatales, frente a las elecciones vascas que también son mañana.

Tras haber hecho campaña por separado, Feijóo dio las gracias al líder de su partido por recorrerse "los recunchos y las aldeas". "Empezaste en la Plaza de Toros de Pontevedra y tenías que acabar aquí, en Vigo", aplaudió, en presencia también de la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

En esta ciudad fue "donde más se ha invertido en los últimos ocho años", según dijo el candidato popular. No solo la Xunta, sino también el Gobierno central. Y enumeró: el hospital de Vigo, la depuradora, la estación del AVE, la ampliación de Rande, la rebaja del peaje, la ley del área metropolitana...

El objetivo que planteó para el 25-S es que Galicia sea "una excepción" al escenario de bloqueo político de España. Lo conseguirá si revalida una tercera mayoría absoluta. Pero para eso necesita cada voto y, por eso, instó " a no confiarse. Feijóo reclamó "unir esfuerzos y no dispersar el voto", Y volvió a dirigirse a Ciudadanos, a los que prometió que "no instalará cajas de cartón en las calles para votar la independencia" . Y proclamó que se siente "español". "Y a mucha honra. Si no lo fuésemos un gallego no podría ser el presidente del Gobierno de España", argumentó.

Pero también interpeló a los socialistas "que saben que tienen un gran partido con malos dirigentes" y "no quieren entregarse a las mareas".

Al igual que repitió durante toda la campaña, la alternativa a un gobierno del PP en la Xunta es un "lío". Y de nuevo sacó el fantasma de la inestabilidad política. "Galicia no debe copiar lo que está mal", alertó ante la posibilidad de que la parálisis política que vive España se traslade a la comunidad autónoma.

"No imitemos el bloqueo. No nos frenemos después de conseguir con mucho esfuerzo poner en marcha el motor de la economía", insistió. Y aunque una tercera mayoría absoluta colocaría a Feijóo en el disparadero para suceder a Rajoy en Madrid, el candidato disipa dudas. "Quiero seguir trabajando por Galicia. Si tuviera otro interés, no me sometería a las urnas, no vaya a ser que no lo consiga", reflexionó. Lo hizo ante un auditorio, donde de nuevo lo acompañaron su madre y su hermana. En primera fila, el presidente provincial del partido, Alfonso Rueda, los conselleiros Jesús Vázquez Almuiña, Román Rodríguez y Valeriano Martínez. Y también estuvieron la portavoz del PP de Vigo, Elena Muñoz, junto a la número tres de la lista, Teresa Egerique, la diputada del Congreso, Pilar Rojo, además de Javier Guerra o Corina Porro.