El PSOE digirió mal anoche el pésimo resultado electoral obtenido en Galicia y en el País Vasco. En la comunidad gallega los socialistas se dejaron cuatro escaños y más de 47.000 votos, mientras que en Euskadi el balance todavía fue peor, con siete representantes menos y una caída de 86.000 votos. En un contexto en el que los barones socialistas dudan de la estrategia de su secretario general y aguardaban a conocer qué pasaría en estos dos comicios, la posición de Pedro Sánchez es todavía más frágil. Anoche pese a vivir toda la jornada electoral en la sede del partido en la calle Ferraz, finalmente derivó en otra persona las valoraciones.

Fue el secretario de Organización del PSOE, César Luena, quien salió ante los medios en una comparecencia exprés. A su juicio, el balance de las elecciones gallegas y vascas ha sido "negativo", aunque subrayó que la campaña se desarrolló en "condiciones muy difíciles" para los socialistas, pero en ningún momento detalló en qué consistían esas dificultades.

"En el PSOE no estamos satisfechos, los resultados no son positivos para el PSOE", resumió Luena en nombre de la dirección federal, en una breve comparecencia sin preguntas y con semblante serio en la sede del partido.

En Galicia, En Marea ganó en votos al PSdeG, aunque ambos empataron a 14 escaños, cuatro menos que los conseguidos por los socialistas en 2012, mientras que en Euskadi el PSE se desplomó de 16 a nueve diputados, los mismos que el PP, con quien comparte la última posición.

Luena destacó, no obstante, que en el País Vasco el PSE será "determinante para abordar la gobernabilidad" y que sus nueve diputados "garantizarán que la agenda prioritaria para Euskadi será la agenda social".

Respecto a los comicios gallegos, recordó que el empate del PSdeG con En Marea es provisional, a la espera del escrutinio definitivo, ya que los socialistas se disputan un escaño con el PP en Ourense.

En su comparecencia de apenas dos minutos, el número dos del PSOE felicitó a los ganadores de los comicios y agradeció el esfuerzo de los candidatos, militantes y votantes socialistas y emplazó a la comisión permanente de la ejecutiva federal que se reúne hoy para profundizar en el análisis. Este órgano de gobierno del PSOE es en su mayoría afín a Sánchez

La de Luena fue la única voz oficial que se escuchó en Ferraz en una noche aciaga en la que ningún otro dirigente quiso hablar. Sánchez solo se dejó ver en el interior de su vehículo a su llegada a la sede socialista, donde siguió el escrutinio rodeado de miembros de su círculo de confianza, como César Luena, Antonio Hernando y Óscar López.

Pero el PSOE, que criticó con dureza la estrategia de comunicación de Mariano Rajoy de comparecer ante los medios por medio de una televisión de plasma y le acusó de rehuir las preguntas de los medios, envió a César Luena para realizar el análisis del fracaso electoral en Galicia y País Vasco. Y el dirigente, sin recurrir al plasma, tampoco admitió preguntas de las decenas de periodistas que aguardaron su presencia durante horas.