El fiasco electoral del PSdeG el 25-S no ha hecho más que agrandar la crisis interna en la que está sumido el partido por la falta de un proyecto definitivo y un liderazgo claro. La debacle de los socialistas en los comicios del domingo, en los que perdieron cuatro escaños y 43.000 votos, ha abierto una nueva brecha entre los dos sectores enfrentados a nivel interno, los afines a la gestora y los críticos con Pilar Cancela y el candidato a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga.

Desde el PSOE de Pontevedra reclamaron ayer la renuncia de Cancela y Leicega por el "estrepitoso" fracaso en las urnas. No habló de dimisiones, pero fue muy claro al citar como ejemplos a seguir las decisiones de Abel Caballero y Emilio Pérez Touriño de apartarse del partido tras cosechar unos malos resultados en 1997 y 2009, respectivamente. Desde el PSOE de Ourense, reconocieron el "incuestionable" fracaso electoral, por -advierten- "errores" ajenos a la ejecutiva provincial, descargando toda responsabilidad en la gestora.

Desde el PSdeG de A Coruña, su secretario provincial, Julio Sacristán, llamó a sus compañeros de partido a discutir la derrota en los órganos internos. "Lo primero es hacer un balance y análisis de los resultados, conocer las razones y después analizar qué se debe hacer", sentenció Sacristán al tiempo de que advirtió: "Todos tenemos responsabilidades, uno s más y otros menos. Hay que ver los resultados en cada ayuntamiento".

En la misma línea el presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, coincidió en que la "autocrítica hay que hacerla dentro del partido, no fuera". Y además reconoció que "pudo haber gente que no trabajase todo lo que debía de trabajar".

Quien sí señaló a culpables por la debacle electoral del 25-S fue el secretario provincial del PSdeG en Pontevedra, Santos Héctor, quien emplazó a Cancela y Leiceaga a tomar las medidas que consideran oportunas, pero teniendo en cuenta "la lógica política en estas situaciones". "Es necesario que los responsables de la campaña asuman responsabilidades", exigió Santos Héctor, quien añadió que ellos "sabrán como tienen que asumirlas". En este sentido, puntualiza que la reacción de la presidenta de la gestora tras el batacazo electoral ha sido equivocada, pues "ni hizo autocrítica ni análisis de los resultados" y "todavía se atreve a buscar responsables fuera". También cuestionó que "los que fueron a Madrid a cambiar las listas aprobadas en el comité provincial ahora permanecen callados". A pesar del compromiso del PSOE de respetar las candidaturas de las agrupaciones provinciales, la dirección federal las cambió en el último momento, incorporando en Pontevedra tres caras nuevas afines a la gestora y a Leiceaga entre los puestos de salida.

En la provincia de Ourense, los resultados también han reabierto la brecha en la que viven sumidos los socialistas. El secretario provincial del PSdeG, Raúl Fernández, reconoció ayer que si bien "el fracaso electoral del PSOE es incuestionable", en la debacle no tuvo nada que ver la ejecutiva provincial, pues asegura que no se le dejó trabajar y atribuye la responsabilidad a la gestora y a la dirección federal. Según Fernández, los "errores" ajenos a la ejecutiva provincial se resumen en "la elección tardía del candidato a la Xunta; la decisión del comité nacional de campaña de dejar actuar lo menos posible a la dirección provincial, y llegar a las elecciones, sin un ejército socialista cohesionado en la provincia". También considera que "el cambiazo de la lista, con el traslado de los puestos de cabeza a la cola", no animó ni a los electores ni a los candidatos. "Lo hicieron en las generales y volvieron a hacerlo en las autonómicas. Eso desilusiona", reprochó Fernández.

El exsecretario xeral del PSdeG, Pachi Vázquez, opta por el silencio, pero acude a las redes sociales para dejar pinceladas de su valoración. La que dejó fue muy explícita: "¿Qué parte no entendimos de derrota histórica en España, Galicia y Euskadi?", colgó en Twitter.