Leiceaga alegará la falta de aspiraciones a puestos orgánicos en el congreso gallego que se celebrará tras el estatal -el calendario quedará marcado en breve tras ser forzado el adiós de Sánchez ayer- para mostrarse ajeno al combate en la sede de Ferraz entre los cada vez menos apoyos del hasta ahora secretario general y los partidarios de un recambio liderado por Susana Díaz.

Paradójicamente, algunos de los miembros del equipo de Leiceaga son "susanistas" declarados desde hace tiempo, como varios de los críticos con el candidato y la gestora. Sin embargo, el apoyo de Sánchez a la candidatura de Leiceaga fue evidente. Este visitó el despacho de su jefe de filas el mismo día que Besteiro -a pesar de que había dimitido de la Secretaría Xeral por sus imputaciones- y Cancela. Recibió su bendición y un día después de convocaron las primarias. También obtuvo el plácet para cambiar las listas en contra del voto de las bases en las provincias del sur.