-Dijo cuando entró en Podemos que no buscaba cargos representativos y ahora se presenta al Senado. ¿Qué ha cambiado?

-Es el azar. Mi único objetivo al entrar era el de colaborar en un proyecto transformador que merecía la pena. A mis compañeros de organización siempre les dije que conmigo hiciesen lo que quisieran. Entonces, decidieron que en las primarias de Podemos me presentase para el Senado y, una vez se cerró esta confluencia de En Marea, me mantuvieron en el Senado y asumo la responsabilidad que eso supone.

-El Senado suele considerarse el lugar de retiro para viejas glorias. ¿Lo ve usted así?

-Es que es lo que es. Llevamos años escuchando que se iba a cambiar y no se ha movido nada. Yo creo que esta vez va a haber un cambio. No sé si será mañana o cuándo, pero entiendo que se va a abrir un proceso de nuevas definiciones institucionales y constitucionales y ahí el Senado está en entredicho. No sé si desaparecerá o no, dependerá de cómo se configure España. Nosotros apostamos por que sea una cámara territorial, similar a lo que existe en Alemania, y que sea un pilar importante de un Estado que se reconozca como lo que es: plurinacional. Hasta ahora solo fue un cementerio de elefantes.

-¿Cuáles serían las competencias de esa nueva Cámara Alta, según En Marea?

-En la articulación de España, está claro que son necesarios mecanismos de solidaridad e interrelación, porque existen desarrollos desiguales dentro de ella. Una de las competencias de la Cámara territorial debería ser lo que ahora se hace desde el propio Gobierno central con el reparto de las finanzas entre las autonomías.

-¿Cuáles serán las reclamaciones urgentes que llevará si sale elegido?

-En Marea va a poner el acento en los derechos de las personas. Necesitamos educación y sanidad públicas para que exista igualdad de oportunidades y bienestar. Si no se apoya a las personas en estas cuestiones estamos creando una sociedad desigual que a nadie conviene, porque a nadie benefician los nichos de pobreza y marginalidad. Además, desde el punto de vista de la dignidad y el respeto, queremos poner coto a la corrupción. ¿Y qué hay detrás de la corrupción? Las connivencias entre los poderes económicos y políticos. Yo creo que hay que articular un sistema de transparencia de las organizaciones políticas, empresariales y sociales para evitar este vicio insoportable.

-En lo que tiene que ver con la ciudad, ¿qué proyectos, de los que son de competencia del Gobierno central, priorizará?

-Yo sería senador de la provincia y mi ámbito iría más allá de la ciudad, aunque me sienta responsable del sitio donde vivo. Uno de los principales desafíos creo que es el del puerto exterior. Es una de las grandes infraestructuras, está desarticulada y todavía no sabemos cuáles serán sus cometidos a medio y largo plazo. El puerto exterior es un avance y puede ser una fuente de riqueza pero no puede ser una disculpa para realizar una operación de especulación urbanística. Es bien público, que debe ser financiado por lo público y no puede haber este tipo de maniobras de vender para que tú construyas. Otro asunto fundamental es la limpieza de la ría de O Burgo, que puede ser una fuente ya no de estética sino de riqueza. Esa es otra asignatura pendiente a la que llevamos años dando vueltas y por la que habrá que pelear en instancias nacionales.

-Usted fue gerente del Hospital de A Coruña. ¿Qué podría hacer desde el Senado por la sanidad coruñesa?

-Esta legislatura pasada se ha perdido algo decisivo que es la universalidad del sistema sanitario. Teníamos un sistema con carácter universal y de pronto nos encontramos con un decreto que dice que aquellos que no coticen dejan de estar incluidos en el sistema. Se intenta vender como una cuestión económica cuando es ideológica y eso es una competencia del Estado que habría que revertir. En A Coruña tenemos otro problema que, pese a ser de competencia autonómica, pelearé lo que pueda por resolverlo. Me refiero a la reforma del Chuac. Debemos llevar 20 años de reformas, todavía no han acabado y no tienen perspectivas de hacerlo. Siendo un hospital tan relevante, es indigno que nos tengan en ese abandono.

-¿Qué distingue a En Marea de otra fuerza emergente como Ciudadanos?

-Ambos somos parte de lo nuevo que está ocupando el terreno de los viejos partidos en declive, pero yo creo que lo que nos distingue es el enfoque sobre lo público. Ciudadanos reproduce el esquema neoliberal, donde el individuo tiene que buscarse la vida por sí mismo y dónde la empresa debe entrar en lo público. Nosotros pensamos que lo público debe gestionarse desde el propio Estado y que los ciudadanos debemos tener ciertos derechos cubiertos para garantizar su bienestar.

-¿Cuál es su propuesta para el modelo territorial de España?

-Nosotros entendemos que España es un estado plurinacional y en crisis y esa crisis hay que abordarla, por mucha pereza que nos dé. Que tenemos que organizarnos y relacionarnos distinto unas comunidades de otras es un hecho evidente que con Cataluña se ha puesto sobre la mesa claramente. En eso, nosotros también nos diferencias de Ciudadanos porque nosotros defendemos la libertad para decidir.

-¿Qué papel tendría Galicia en este nuevo modelo?

Entendemos que Galicia es un hecho nacional desde el punto de vista social y cultural y si Galicia quiere decidir otra forma de convivencia o incluso la independencia, debemos poder decidirlo. Eso no tiene que tener límites.

-¿Pero En Marea qué defenderá en Cortes? ¿Reclamará más competencias o cree que con el modelo autonómico actual basta?

-Nosotros lo que pediremos será redefinir la formulación territorial y permitir el derecho a decidir. Podría darse el extremo de que Galicia quisiese independizarse, pero creo que eso no se va a dar. A nadie interesa la disgregación del Estado.